Durante la semana me dedico a recorrer los callejones, las avenidas virtuales, los sitios extraños en la red del Internet en busca de cine canadiense. Lo que encuentro llega a esta crónica de domingo. Dejo en claro que los videos no son responsabilidad de Radio Canadá Internacional. Los hallazgos suelen ser interesantes. A veces se encuentra una película canadiense en un servidor de algún país de la antigua Unión Soviética, o en el sitio de un discreto y fanático seguidor brasileño del cine en estas regiones boreales.
Cada generación de niños en cada espacio cultural tiene una película que fija para siempre en el recuerdo aquel momento de la vida.
La primera frase en la película “El mensajero”, dirigida por Joseph Losey, originalmente llamada en inglés The Go-Between, dice más o menos “El pasado es un país remoto, allí hacen las cosas de otra manera”. Lo mismo se puede decir de la infancia.
Una tarde de infancia vi en el cine Ebro de La Paz una película que se llamaba “Esta calle es nuestra”. Era una película producida en algún país de la ex Unión Soviética. Y vaya uno a saber por qué extraña razón, llegó a ser proyectada en Bolivia. En la década de los 70 todo lo que viniera del bloque soviético causaba un ataque de bilis generalizado entre las autoridades de gobierno.
Aquella película era una historia de dos bandos de niños que se disputan el control de una calle. Es una historia de guerra con espadas de madera, manteles de mesa convertidos en capas y los infaltables escudos de latón. Al final el niño protagonista muere, lo cual deja una extraña impresión en cualquier niño. La trama sonora incluía “La Campanella” de Franz Liszt.
En 1984 fue presentada al público canadiense una película similar. Se llamaba en francés “La guerre des tuques”, o “La guerra de las gorras de lana”, que fue traducida al inglés como “The Dog Who Stopped the War”, o “El perro que detuvo la guerra”. La historia cuenta básicamente un duelo disputado con bolas de nieve entre dos bandas de niños en un pueblito perdido en la provincia de Quebec.
La película fue dirigida por el canadiense André Mélançon, quien aparece sin paños menores en la película de Eliseo Subiela, “El lado oscuro del corazón” (1992).
La historia de esta película comienza con el principio de las vacaciones de fin de año. El gran personaje de fondo es el invierno canadiense. Los niños del pueblo se dividen en dos grupos que batallan por el control y la captura de un castillo de nieve.
Entre los temas que se abordan, desde la perspectiva de los niños, se encuentran la idea de la guerra. Hay niños que la aceptan, otros que dudan e inclusive está el niño que la rechaza. Otro tema es el descubrimiento de la atracción por el otro género.
La película acaba cuando el castillo de nieve se desmorona sobre las costillas del perro Cléo, situación que acaba poniendo fin a la guerra.
Esta es una película que ha marcado toda una generación de canadienses. Como suele ocurrir, quienes la ven ahora podrán decir: “¡Qué simple era nuestra infancia!”
http://www.youtube.com/watch?v=4E4ErBhZBkM
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