Puesto que mañana por la noche, Papa Noel se paseará por los cielos con su trineo tirado por los renos, entre los que se encuentra Rodolfo, el de la nariz roja, para distribuir los regalos que han pedido los niños del mundo entero, aprovechamos la ocasión para hablar de un interesante estudio, no sobre el trabajo de Papa Noel, sino sobre los renos que halan su trineo.
Los renos y los caribúes son unos cérvidos que juegan un papel importante en los ecosistemas del Lejano Norte canadiense, donde viven desde siempre, salvo que hoy en día un gran número de ellos por no decir la mayoría de las manadas están declinando, según los resultados de un estudio publicado en la revista Nature Climate Change por Glenn Yannic, estudiante post doctoral en la Universidad Laval de Quebec y su equipo.
Los resultados de este estudio permitirán, en el caso de Quebec, continuar los análisis para afinar las unidades de conservación. Permitirán además de utilizar las herramientas de lo que los especialistas llama, la “genética del paisaje”, vinculando los análisis del hábitat y las barreras que impiden los intercambios genéticos y de qué forma estas barreras influencia el movimiento de los genes en vez del movimiento de los animales en el espacio. Un gran río, por ejemplo, podría ser una barrera que impediría el movimiento de los genes en el espacio.
Otra barrera podría ser la “huella” que los humanos dejan en el medioambiente por las diferentes formas de industrialización, de explotación de los recursos naturales, tales como la industria minera o la explotación petrolera en el oeste canadiense o la explotación forestal en Quebec.
En otras palabras, los cambios climáticos son un desafío más que se suma todos los mencionados anteriormente y que tienen un impacto en la demografía de estos laboriosos colaboradores de Papa Noel.
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