Científicos de la Universidad Laval, de Quebec, que exploraban la isla Ward Hunt, una de las más duras de Canadá (temperatura media: -18 grados Fahrenheit), y la mayoría de lugares remotos del Ártico, descubrieron un mensaje en una botella al lado de un glaciar dejado hace 54 años, lo que indica un sentido de previsión ambiental inusual para aquellos tiempos.
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En 1959, Paul T. Walker, un geólogo estadounidense construyó un montículo de piedras de 1,2 metros de distancia de un glaciar en el Lejano Norte canadiense, y dejó una nota, pidiendo a quien lo encuentre de medir nuevamente la distancia hasta el glaciar. Hoy, esa distancia ha crecido de 101,5 metros. Los investigadores que encontraron la nota increíblemente creativa e inusual dicen que era impensable para un científico en la década de 1950 predecir un glaciar en retirada, y no en avanzada.
En el Ártico, no es raro encontrar un mojón de rocas construido por la mano del hombre, incluso en un lugar tan remoto como la isla Ward Hunt, que se encuentra frente a la costa norte de la isla más septentrional del Ártico de Canadá, Ellesmere. La comunidad más cercana es Grise Fiord, Nunavut a 800 kilómetros al sur, en la que viven 150 personas y muchos de los que viajan a estos reinos lejanos sienten la necesidad de dejar algo atrás.
Pero el mensaje en una botella allí mismo encontrado este verano emocionó a todo un equipo de científicos.

«Fue realmente extraordinario tener ese trozo de papel en mis manos,» dice el Dr. Warwick Vincent, quien dirigió un equipo de científicos de la Universidad Laval a una remota estación de investigación establecida en la isla en 2010. «Era como un mensaje del pasado.»

La nota estaba firmada por Paul T. Walker, un geólogo estadounidense que había estado en el sitio el 10 de julio de 1959. Dejó instrucciones detalladas pidiendo a quien la encontrara de medir la distancia entre un montículo de piedras y el glaciar.
Ian Howat es profesor asociado en la Universidad Estatal de Ohio, donde Walker estaba trabajando en aquel momento. Él dice que Walker tomó la previsión de dejar la nota cuyo objetivo era medir el desplazamiento del glaciar.
«Tú no ibas a obtener ninguna financiación para estudiar el derretimiento de los glaciales en la década de 1950, por lo que en todo caso, la mayoría de los científicos podría pensar que su mojón y su mensaje en una botella verificaría el avance del glaciar, y no que sería un marcador del retiro. «
Walker nunca sabrá que su botella fue encontrada.
Exactamente un mes después de que escribió la nota, tuvo que ser trasladado fuera del lugar al quedar paralizado por un ataque cerebral.
Murió pocos meses después en el hospital. Tenía 25 años.
Después de leer y fotografiar el mensaje, el Dr. Warwick Vincent y su equipo dejaron la botella con el mensaje y añadieron uno, señalando sus medidas más recientes y pidiendo al próximo valiente que se aventure por esos lados, de medir la distancia entre las rocas y el glaciar.

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