En Argentina, donde una ola de calor provocó muertes, problemas de salud, protestas y serios apagones de electricidad, la temperatura bajó a 20 grados centígrados y la lluvia hizo su aparición.
El cambio ha sido tan drástico, sobre todo después de que el país viviera la peor ola de calor de su historia –al menos desde 1906 cuando comenzaron a compilarse las estadísticas.
Ahora, en medio de las fuertes lluvias, las autoridades meteorológicas hablan de alerta debido a las “posibles tormentas intensas” que afectarían la capital, Buenos Aires, y cinco provincias del país.
Un frente frío podría, además de las tormentas, ocasionar la caída de granizo en las provincias Santa fe, Buenos Aires, San Luis, Córdoba y Entre Ríos. La Capital federal, la región del Río de la Plata y la ciudad de La Plata también hacen parte de las regiones en alerta meteorológica.
El descenso de las temperaturas se convirtió en una buena noticia luego del calor sofocante que cubrió una gran parte del país.
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