A pesar de los estragos que está causando el fenómeno meteorológico «vórtice polar», que ha sometido a partes de Canadá y Estados Unidos a temperaturas frías récord y una situación de caos en el transporte aéreo, estas temperaturas se quedan chicas en comparación a los lugares más fríos en el planeta.
Según la Asociación Meteorológica Mundial, el lugar más frío de la Tierra se encontraba oficialmente en la Antártida, donde está ubicada la estación de investigación rusa Vostok. Allí, el 21 de julio de 1983 el termómetro registró una temperatura de 89,2 grados centígrados bajo cero.
En diciembre pasado, un equipo de científicos informó que habían encontrado un lugar aún más frío en el planeta. Se trataba de un lugar ubicado en la meseta antártica del este. Los investigadores señalaron que la temperatura había descendido a los 93,2 grados Celsius bajo cero. Esa temperatura, que es todo un récord, fue registrada por satélite el 10 de agosto de 2010.
Un canadiense que le dedica todo su tiempo al estudio del frío y su efecto en el ser humano es Gordon Giesbrecht, un termofisiólogo que trabaja en la Universidad de Manitoba.
Él ha estado llevando a cabo experimentos que podrían quitarle el aliento a cualquier persona, ya que se dedica a poner a prueba los límites humanos ante las temperaturas gélidas. El carácter de sus investigaciones le ha valido el apodo de profesor Popsicle, o profesor paleta, en referencia los helados de agua.
Los conocimientos sobre el efecto del frío en el cuerpo son más pertinentes en estos días en que un vórtice polar está haciendo la vida difícil para muchos canadienses.
Este vórtice polar es una gran depresión meteorológica, más o menos estable, que se extiendo sobre todo el Polo Norte y que contiene una inmensa masa de aire frío, explica André Cantin del Departamento de Meteorología de Canadá.
Lo que explica el actual cuadro de intenso frío en Canadá es que, según Cantin, a fines de diciembre ese vórtice polar se desplazó hacia el sur, hacia la Bahía de Hudson. Como se trata de un descenso hacia la región sur del hemisferio boreal, esto trajo consigo una masa de aire extremadamente fría.
Por su parte, el profesor Gordon Giesbrecht, de la Universidad de Manitoba, explica que la primera reacción del cuerpo humano ante el frío es tratar de conservar el calor corporal reduciendo el flujo sanguíneo. Esa es una de las explicaciones de la sensación de tener los pies fríos.
En estos días de frío polar se recomienda no dejar la piel expuesta al aire frío. Si la temperatura desciende a entre 28 y 39 grados bajo cero debido al factor viento, la piel puede congelarse en un lapso de 10 a 30 minutos.
Cuando uno es afectado por el frío se produce una continuidad de sensaciones. La primera es la sensación de frío, luego se pasa a una sensación de adormecimiento y si uno continúa expuesto al frío y no hace nada para salir de la situación, ya no se siente nada. Entonces, al no sentir más dolor la gente cree que ya no hay problema. Pero ese no es el caso. Si usted no siente nada, esto significa que está a punto de congelarse, ya que la única razón por la cual no siente nada es porque los receptores térmicos en la piel y en los nervios, que son los que llevan la información al cerebro están tan fríos que ya no funcionan. Entonces, el adormecimiento y el no sentir nada son serias advertencias de que usted se encuentra en peligro inminente.
Gordon Giesbrecht, investigador de la Universidad de Manitoba.
A la temperatura registrada por el termómetro se debe añadir el facto viento, que intensifica el frío y permite establecer la sensación térmica. Canadá y otros países adoptaron el índice de sensación térmica como instrumento de salud pública para que la gente pueda protegerse de los riesgos relacionados con el frío, como la hipotermia y congelación. Esto es especialmente útil para quienes permanecen expuestos al clima durante largos períodos de tiempo, ya sea en la motonieve o paleando la nieve acumulada en la entrada de casa.
La hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal cae por debajo de 35 grados centígrados Los síntomas incluyen la sensación de mareo, problemas de coordinación y debilidad. Puede ser fatal.
La congelación de la piel causa una hinchazón, el enrojecimiento, una sensación de hormigueo y ardor. La piel se torna blanca y cerosa a medida que la congelación progresa. Pueden dar como resultado una infección y la pérdida de las extremidades debido a la aparición de la gangrena.
En estos días de frío en Canadá, lo mejor es escuchar los boletines meteorológicos y también escuchar lo que nos dice el cuerpo. Y mejor aún, ver al invierno por la ventana, con una taza de chocolate caliente en la mano.
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