
Wendy y Kevin – de 11 y 10 años, respectivamente- padecen esta enfermedad que se caracteriza por la fragilidad excesiva de los huesos -debido a un defecto congénito- que genera constantes fracturas.
Luego de conocer el caso, el padre Wilson Ramírez contactó al Hospital Infantil Shriners un centro especializado en “la enfermedad de los niños de cristal” que ayuda, gratuitamente a los pequeños afectados.
La campaña del sacerdote es para pagar los gastos de desplazamiento hasta Canadá, las visas y la estadía de los dos niños y de su mamá quien los acompañará durante el tratamiento.
Martín Movilla habló con el padre Wilson sobre la campaña, los niños y las ilusiones que tiene la familia en el tratamiento.
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