El director de cine Gilles Carle y la actriz Carole Laure
Photo Credit: Archivo

Cine canadiense: «Maria Chapdelaine»

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Cada cultura tiene textos fundacionales. Lo es el Quijote para una cierta noción de España, como lo son los manifiestos surrealistas para los franceses o la poesía de Nezahualcóyotl y la novela Pedro Páramo para muchos mexicanos.

En Canadá, en la provincia de Quebec, un francés que andaba de paso, Louis Hémon, escribió en 1913 una novela corta, Maria Chapdelaine, que se convirtió en un texto fundador de la literatura quebequense, que tiene todavía notoria influencia en la construcción del imaginario colectivo de esta provincia francófona canadiense.

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Hémon escribe su novela a los 33 años. En 1911 había dejado Francia rumbo a ese país enigmático e inmenso al otro lado del Atlántico llamado Canadá. Recorre la vieja ciudad de Quebec, el mundo rural de la provincia, lleno de agricultores y leñadores y se instala en Montreal como empleado de una compañía de seguros.

En 1912 Hémon ingresa en lo que se podría llamar ese Quebec profundo, rural, católico, de la región de Saguenay-Lac Saint-Jean. Es tras esa experiencia que escribe esta novela singular, Maria Chapdelaine, donde ya se diseñan los antagonismos que aún perduran: franceses contra ingleses, mundo católico rural contra la ciudad pecaminosa, la virtud contra la tentación de la carne. El duelo es por los términos de construcción del sujeto colectivo.

Ese año, 1913, a la edad de 33 años, Louis Hémon muere atropellado por un tren cuando se dirigía hacia el oeste del país, hacia el Canadá anglófono.

En 1983 el director canadiense Gilles Carle dirige una versión de la novela, interpretada por la actriz Carole Laure, quien en el cine canadiense es considerada tan atractiva como la Sonia Braga por la audacia y el erotismo de sus distintos roles. Esta actriz brasileña iluminó la adolescencia de muchos jóvenes latinoamericanos con su papel de doña Flor en la película Doña Flor y sus dos maridos.

Maria Chapdelaine, quien tanto en la novela como en la película encarna la inocencia de la tierra de inmigrantes francófonos, debe decidirse por un hombre. Y esa decisión acaba moldeando el imaginario de Quebec.

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Categorías: Artes y espectáculos
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