La Corte Internacional de Justicia de La Haya, CIJ, resolvió el lunes modificar la frontera marítima entre Chile y Perú en una sentencia inapelable que fue recibida como una especie de salida intermedia en la que Lima obtiene menos de lo que quería y Santiago no pierde tanto como temía.
La Corte concedió a Perú un «triángulo exterior» que hasta ahora era chileno con su vértice a partir de las 80 millas náuticas: alrededor del 70% de lo que aspiraba según la demanda que presentó en 2008 en una región pesquera muy rica.
Sin embargo, la Corte respondió a la demanda validando el argumento chileno de que los tratados pesqueros de 1952 y 1954 entre ambos países suponen un acuerdo fronterizo tácito y además aceptó la idea de la línea paralela al Ecuador como delimitador a partir del conocido como «Hito 1».

Los magistrados del alto tribunal dejaron intacta la frontera marítima, tal como defendían los chilenos, pero sólo hasta las 80 millas náuticas, no las 200 que pretendían seguir conservando en Santiago.
A partir de la milla 80, la Corte Internacional de Justicia redibujó la frontera dejándola en una línea equidistante y entregándole a Perú un triángulo que en los últimos siglos había controlado Chile.
Pero los chilenos, que asistían al fallo conscientes de que no tenían nada que ganar, respiraron aliviados porque no perdieron en La Haya tanto como temían.
«Deja a las dos naciones medianamente satisfechas, medianam

ente insatisfechas. Ese estado de ánimo ayuda a que se concrete un fallo y que en ese sentido no sólo es salomónico sino sabio», afirma Antonio Zapata, historiador y columnista peruano.

Al reaccionar al fallo, tanto el presidente chileno, Sebastián Piñera, como su colega peruano, Ollanta Humala, quisieron ver la copa medio llena, en vez de medio vacía.
Piñera dijo que la corte «ha confirmado en lo sustancial la posición chilena» mientras Humala dijo que «Perú se siente complacido con esta opción de paz».
Por su parte, el presidente Evo Morales de Bolivia, quien se encuentra en La Habana en el marco de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, dijo que saluda y respeta el fallo de la CIJ. Y espera que la Corte actúe con la misma equidad y sabiduría en el caso boliviano.
Recordemos que existe también un contencioso entre Bolivia y Chile, con respecto a la demanda boliviana por una salida soberana el mar.
“El fallo no afecta ninguna de las posibilidades para la intención marítima de nuestro país. La controversia entre Perú y Chile es diferente a nuestra causa. Bolivia demanda resolver el problema de nuestro enclaustramiento”, dijo el presidente boliviano en una conferencia de prensa realizada ayer en La Habana.
BBC Mundo / Emol.com
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