Todos conocemos los síntomas.
Está adolorido. Tiene un malestar en la garganta. Está tosiendo y febril. Usted tiene la gripe.
Los estantes de las farmacias están llenas de remedios.
Pero un nuevo estudio de la Universidad McMaster podría hacerle pensar dos veces sobre los medicamentos que usted toma.
EscucheTomar medicamentos contra la gripe para cortar la fiebre puede ayudarle a sentirse mejor, pero podría no ser tan bueno para las personas con las que entra en contacto.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad McMaster, publicado en las Actas de la Royal Society predice que los individuos que toman medicamentos con ingredientes para reducir la fiebre y luego tienen contacto con otras personas están estimulando la transmisión del virus de la influenza.
«Dado que la fiebre puede en realidad ayudar a reducir la cantidad de virus en el cuerpo de una persona enferma y reducir la posibilidad de transmisión de enfermedades a los demás, tomar fármacos que reducen la fiebre puede aumentar la transmisión», dijo el investigador principal, David Earn, profesor de enfermedades infecciosas y de matemáticas.
La fiebre es una respuesta natural de su cuerpo para combatir infecciones. Así que si usted reduce la fiebre, entonces usted le impide al cuerpo hacer lo que debe, es decir, combatir la infección.
Tomar remedios para bajar la fiebre puede hacerle sentirse mejor, por supuesto. Pero esto puede significar que está infectando a sus amigos y colegas en el trabajo.
Si usted va a trabajar, va a la escuela .. o le da medicamentos contra la fiebre a sus hijos, son potencialmente más fácil infectar a otras personas
Después de trabajar con números, los investigadores se dieron cuenta de que evitar medicamentos con ibuprofeno, paracetamol y ácido acetilsalicílico y sólo quedarse en casa podría salvar muchas vidas. Su investigación calcula que hasta 1.000 vidas en toda América del Norte podrían salvarse cada año.
«Lo que hemos hecho es reunir una cadena – cuántas personas tienen la influenza, cuántos de ellos toman estos medicamentos contra la fiebre, cuánto aumentan la cantidad de virus que despiden, cuántos aumentan la probabilidad de que van a afectar a alguien más, cuánto aumentan el tamaño total de la epidemia de gripe estacional”.
«Cuando pone todos esos números juntos, la respuesta que se obtiene es que aumenta el tamaño de la epidemia de gripe anual en alrededor de cinco por ciento.»
Eso suena como un pequeño porcentaje, pero teniendo en cuenta el número de personas que contraen la gripe una vez al año, en realidad es muy significativo.
«La epidemia de influenza es enorme – es millones de personas «, dijo. » El cinco por ciento es mucho. »
Si se le añade el número de muertes relacionadas con la gripe – alrededor de 40.000 al año sólo en los EE.UU. y ese número es aún más significativo.
«Dada la forma en que ponemos todos estos números, pareciera que si nadie tomó medicamentos anti-fiebre cuando se enfermaban con la influenza, el número de casos bajaría un cinco por ciento, es de suponer que el número de muertes se reduciría también de cinco por ciento, y eso es una gran cantidad de casos, y una gran cantidad de muertes «, dijo.
Los investigadores reconocen, sin embargo, que el estudio sobre la transmisión de la influenza es difícil de hacer – debe haber un aislamiento total y prestando especial atención a los contactos humanos para tener cifras exactas.
El debate no hace más que comenzar.
El doctor Jesse Pappenburg dice no que no hay que tirar las píldoras por el momento. Especialista en enfermedades infecciosas del Hospital de Niños de Montreal, dice que una fiebre alta y persistente puede requerir tratamiento.
De hecho no reducir la fiebre, especialmente en los niños puede tener efectos potencialmente peligrosos.
Y agrega que si la fiebre le impide ser capaz de salir de la cama y tomar una sopa para ayudarle a sentirse mejor, entonces adelante y tome la medicación contra la fiebre.
Pero todos los médicos están de acuerdo en una cosa.
Si tiene fiebre…. y hay una posibilidad de que sea contagiosa, lo mejor es quedarse en casa.
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