Al día siguiente de que Teherán acordó abordar el tema, el Organismo Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas reafirmó este lunes su determinación de esclarecer las sospechas de que Irán podría haber diseñado de una bomba atómica.
Tero Varjoranta, inspector jefe del organismo, dijo que hubo avances en las conversaciones del 8 y 9 de febrero en Teherán, pero que aún quedan por aclarar los posibles lazos militares con el programa nuclear iraní.
Irán niega las acusaciones occidentales en sentido de que Teherán busca fabricar un arma nuclear, señalando que tales afirmaciones carecen de fundamento y son obra de sus enemigos políticos.
La voluntad diplomática para resolver la disputa entre Irán y algunos países occidentales en torno al programa nuclear iraní tomó fuerza tras la elección presidencial del pasado junio en la que ganó Hassan Rouhani, quien propuso una plataforma moderada para poner fin al aislamiento internacional al que se encuentra sometido su país.
Irán y seis países ricos acordaron a fines del año pasado un plan para reducir el programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones que han afectado la economía del país petrolero.
La semana próxima se iniciarán las conversaciones con Irán sobre un acuerdo a largo plazo.
La investigación del Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU sobre lo que considera las posibles dimensiones militares de la actividad nuclear de Irán es diferente, aunque está vinculada a una iniciativa diplomática mayor entre Teherán y Rusia, China, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos.
La investigación busca determinar si en el pasado Irán buscó tecnología para la fabricación de una bomba atómica y si lo hizo, determinar si ese trabajo fue suspendido desde entonces.
Los países occidentales que hacen parte de esta negociación buscan a toda costa un acuerdo que le impida a Irán obtener la capacidad de fabricar una bomba atómica.
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