Las iniciativas comerciales de la Innu Development Limited Partnership, la Asociación Innu de Desarrollo han sido una bonanza para las remotas y empobrecidas comunidades innu en la provincia de Terranova y Labrador, en la región del Atlántico canadiense.
Sin embargo, de acuerdo a documentos obtenidos por la radio pública canadiense, CBC, resulta que nadie se ha beneficiado más que sus ejecutivos anteriores.
Recientemente salieron a la luz pública detalles sobre salarios exorbitantes y una larga lista de gastos decadentes. Todo esto ha causado una ola de indignación entre la población en esa región canadiense. Y por cierto, también ha llamado el interés de la policía.
Las primeras indicaciones de gastos indebidos empezaron a ser conocidas en julio de 2012. En señal de protesta, en ese entonces la población innu que protestaba decidió clavar tablas y clausurar la entrada a las oficinas de la Asociación Inuit de Desarrollo, exigiendo explicaciones.
Ahora, casi dos años más tarde, las explicaciones han salido a la luz pública. Y no son buenas noticias.
Una auditoría externa de la institución confirmó que Paul Rich, el director ejecutivo de la Innu Development Limited Partnership, se otorgó a sí mismo medio millón de dólares como aumento salarial a lo largo de cinco años en el cargo.
A este exorbitante aumento de sueldo se suma una larga lista de gastos cuestionables que fueron cargados a la empresa. Por ejemplo, está un préstamo de 25.000 dólares a su cuñado, Peter Penashue, un ex diputado conservador acusado de haber cometido irregularidades en el financiamiento de su campaña electoral de 2011.
Entre otros gastos indebidos figuran las cuentas de restaurantes, la compra de billetes de lotería, cigarrillos e inclusive un masaje.
La Asociación Innu de Desarrollo fue creada hace 16 años con el mandato de buscar y explotar oportunidades de negocios en nombre de las dos comunidades innu de la provincia de Terranova y Labrador.
Esta entidad genera utilidades gracias a grandes iniciativas comerciales como son una línea aérea, una compañía de construcción y una empresa piscícola.
Ante la persistencia de las interrogantes en torno al destino que tuvieron las ganancias, el nuevo Consejo de Administración de la Innu Development Limited Partnership le pidió al ex auditor general de la provincia, John Noseworthy, que examine los libros de contabilidad del organismo.
Según Noseworthy, la falta de controles adecuados en la institución la dejaron vulnerable a los abusos.
Ese informe se encuentra actualmente en manos de la Policía federal canadiense. En cuanto al ex director ejecutivo, Paul Rich, quien fue echado del cargo, él no quiere ningún contacto con la prensa. Sin embargo, su casa, evaluada en medio millón de dólares, se encuentra en venta.
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