Fuerzas del gobierno sirio, con el apoyo de la milicia libanesa aliada Hezbolá, intensificaron este miércoles su ofensiva en la estratégica localidad fronteriza de Yabrud en Siria, dijeron activistas.
Esta es la última acción en la campaña que lleva adelante el presidente sirio Bashar al Assad junto a Hezbolá para ganar el control de la región limítrofe entre Líbano y Siria y fortalecer el bastión del presidente en el centro del país, que va desde la capital Damasco hasta la zona costera.
Tras una noche de violentos choques entre las fuerzas de Assad y la oposición, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó este miércoles que más de una decena de ataques aéreos fueron lanzados contra la zona montañosa en la frontera.
Rami Abdelrahman, responsable de este Observatorio, señaló que los ataques se intensificaron pero que no estaba claro si la ofensiva sobre Yabrud había comenzado o si esa ofensiva era un preludio a un ataque masivo para expulsar a los rebeldes.
La red informativa árabe Al Meyadeen informó que estos ataques eran el inicio de una ofensiva militar más amplia por parte de las fuerzas del régimen de Assad.
Varias organizaciones rebeldes informaron que combatientes de Hezbolá participan en los combates.
El ataque en Yabrud hace parte de lo que la población local considera como la batalla de Qalamoun, que es el nombre de la región montañosa próxima a la frontera con Líbano. Se trata de una zona utilizada tanto por los rebeldes como por los aliados de Assad para el contrabando de personas y suministros.
Estos enfrentamientos podrían avivar las tensiones sectarias en Líbano, país donde las divisiones entre chiitas y sunitas fueron agravadas por el conflicto en Siria, generando inestabilidad.
Las fuerzas rebeldes buscan poner fin al régimen de la familia Assad, que se mantiene en el poder desde hace cuatro décadas. Esta insurgencia está comandada fundamentalmente por la mayoría sunita de Siria y cuenta con el apoyo de sus correligionarios en Líbano.
Las fuerzas de Assad cuentan con el apoyo de las minorías como la secta alauita, que es una rama del islam chiita, a la que pertenece el mandatario.
La campaña de Assad en el centro de Siria cuenta con el apoyo de los veteranos militantes chiitas de Hezbolá, que combatieron hábilmente contra Israel en la Guerra del Líbano en 2006.
La guerra civil en Siria comenzó hace casi tres años tras una serie de protestas pacíficas contra el régimen de Assad. La violenta represión lanzada por fuerzas de seguridad del gobierno transformó esa protesta en una larga guerra civil.
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