Una intensa tormenta de invierno que azota el sureste de Estados Unidos causó este jueves interrupciones en el transporte terrestre y aéreo en el norte del país.
Los fuertes vientos y las densas nieves causaron situaciones de caos y obligaron al cierre de escuelas en varias ciudades.
Miles de residentes en los Estados de Georgia, Carolina del Sur y del Norte que fueron afectados por una tempestad de hielo este miércoles continuaban sin electricidad.
La tempestad, que avanza hacia Canadá, paralizó buena parte de Washington y se estima que podría dejar hasta 45 centímetros de nieve en algunas regiones.
Cerca de 6.000 vuelos domésticos fueron cancelados y más de 1.200 sufrieron demoras el jueves, según el sitio Internet de información sobre los vuelos FlightAware.com.
El 70 por ciento de los vuelos desde el aeropuerto de Atlanta fueron cancelados ayer miércoles.
Desde el martes la tormenta trajo grandes precipitaciones de nieve, cellisca y lluvias heladas, extendiéndose desde el este de Texas hasta las Carolinas y provocando al menos 15 muertes.
Nueva York fue una de las pocas ciudades que no cerró las escuelas, una decisión duramente criticada por educadores y padres que dijeron que era poco prudente dejar que los niños viajen en esas condiciones climáticas.
En Filadelfia las autoridades ordenaron el cierre de las escuelas para sus 135.000 estudiantes por quinta ocasión en lo que va del año. Las horas perdidas serán añadidas al calendario escolar al final del año.
Además de afectar el tráfico aéreo, también hubo suspensiones en el servicio de autobuses en Washington, D.C., Nueva Jersey y Filadelfia. Las oficinas del Gobierno en la región, así como las oficinas federales en Washington, las instalaciones estatales en Connecticut y en el oeste de Massachusetts, permanecieron cerradas.
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