Una Comisión de investigación de la ONU sobre las violaciones a los derechos humanos en Corea del Norte señaló este lunes que las autoridades norcoreanas, incluyendo el propio líder del país, Kim Jong-un, deberían hacer frente a la justicia internacional por la aplicación sistemática de la tortura, el hambre y los asesinatos masivos que bordean en el genocidio.
En un documento dirigido al propio Kim, la comisión de la ONU aseguró que recomendará a Naciones Unidas que el gobierno de Corea del Norte sea llevado ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que los culpables de esos crímenes de lesa humanidad, incluyendo el propio Kim, respondan ante la justicia.
Como era de esperarse, Corea del Norte rechazó «categórica y totalmente» ese devastador informe de casi 400 páginas, al que calificó de ser «producto de la politización de los derechos humanos por parte de la Unión Europea y Japón, en alianza con la política hostil de Estados Unidos».
Esta advertencia pública sin precedentes y el responsabilizar de crímenes a un jefe de Estado por parte de esta Comisión de investigación de la ONU probablemente complicarán los esfuerzos para persuadir a Corea del Norte que contenga su programa de armas nucleares y su actitud beligerantes hacia Corea del Sur y algunos países occidentales.
Los investigadores de la ONU también informaron a China, principal aliado de Pyongyang, que Beijing podría estar «ayudando y favoreciendo crímenes contra la humanidad» al devolver a Corea del Norte a inmigrantes y desertores norcoreanos que luego son sometidos a la tortura y el asesinato, un cargo que las autoridades chinas han rechazado.
Michael Kirby, presidente de la Comisión de Investigación, destacó que los crímenes que los investigadores de la ONU documentaron en el informe recuerdan los cometidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
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