El adulterio o la infidelidad, en masculino o en femenino, ha existido desde siempre. Las razones por las cuales los humanos somos infieles son múltiples y están relacionadas con la personalidad y la historia erótica de cada individuo. Entre las principales causas podemos nombrar la insatisfacción, la curiosidad, la búsqueda de novedad, el narcisismo, la venganza, el desenamoramiento, la soledad, la necesidad de amor y una comunicación deficiente, entre muchas otras. Ahora bien, empresarios muy listos realizaron que este es un excelente mercado poco explotado y extremadamente lucrativo.

Y como las nuevas tecnologías se prestan para este “ejercicio”, se abrieron sitios Internet que se dirigen específicamente a las personas casadas o con parejas, tanto hombres como mujeres. Y un detalle importante es que la mayoría de esos sitios garantizan el anonimato total.
Ashley Madison es el sitio más conocido de ese género y es canadiense. Y pónganle cuidado a la cifra, Ashley Madison tiene más de 24 millones de miembros, o más bien, de suscriptores y suscriptoras debería decir yo, en 30 países del mundo, de los cuales 64% son hombres y 36% son mujeres.

Este mercado de la infidelidad nos dice que nuestra mitología sobre la monogamia como la relación más feliz, satisfaciente y recomendable, es solo eso una mitología. Según la socióloga Chiara Piazzessi, los humanos siempre hemos vivido en un mundo hipócrita y no es debido a un sitio Internet de encuentros que vamos a comenzar a ser hipócritas en nuestros matrimonios. Para ella el matrimonio es una de las instituciones más desiguales desde el punto de vista de las posibilidades de la infidelidad.
Según las estadísticas, dice la socióloga, los días en los que hay más “tráfico”, es decir más frecuentación y más inscripciones en el sitio de Ashley Madison es al día siguiente de la San Valentín, del día del padre y del día de la madre. En otras palabras, Noel Biderman, el fundador y director de Ashley Madison, se ha llenado de plata con las frustraciones de todos nosotros.
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