La capital ucraniana, Kiev, fue nuevamente el teatro de violentos enfrentamientos entre los manifestantes antigubernamentales y las fuerzas del orden. Las cifras reveladas, hasta ahora, por los dos bandos en confrontación, hablan de decenas de muertos y heridos.
La policía aseguró, por su parte, que sus hombres tuvieron que responder “en legítima defensa”.
Un responsable de los servicios médicos de los grupos de oposición aseguró a la cadena de televisión estadounidense CNN que unas 100 personas perdieron la vida y 500 más resultaron heridas. Sin embargo, otras fuentes de la oposición hablan de 60 muertos.
Las autoridades municipales de Kiev afirmaron –a su turno- que la jornada de hoy dejó unos 30 muertos y que en total -desde que se iniciaron las hostilidades, el martes pasado- 67 personas han perdido la vida en los enfrentamientos.
Según las informaciones difundidas por los periodistas de la AFP, unos 25 cuerpos estaban guardados en una morgue provisional.
Desde las primeras horas del día, los opositores escalaron las barricadas –que ellos mismos habían fabricado- y atacaron a los policías que respondieron disparando.
El alcalde de Kiev anunció, hoy, que había decidido abandonar el partido político del gobierno central para protestar contra “el baño de sangre y la lucha fratricida” que se vive en la ciudad.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.