El reparto de correspondencia a domicilio en Canadá iniciará un proceso de cambio durante el presente año. La consecuencia principal será que dejará de llevarse a cabo la distribución puerta por puerta en diversas partes del país. Un sector del público piensa que se trata de modificaciones necesarias para adaptarse a la competencia de las nuevas tendencias de mensajería electrónica. Otros no parecen tan optimistas.
Las razones del cambio
En total, 11 comunidades en todo el territorio de Canadá serán parte del nuevo esquema, que implica dejar de lado la distribución a cada domicilio, para implementar un servicio de buzones comunitarios. En una primera etapa, alrededor de 100.000 personas serán afectadas por la nueva modalidad.
La empresa canadiense de correos estima que la nueva forma de distribución le permitirá ahorros operativos que rondarían los 500 millones de dólares. Un dato menos positivo es que 8000 puestos de trabajo podrían ser eliminados.
El correo canadiense sostiene que la razón principal para las modificaciones anunciadas obedece a los crecientes costos del servicio y la baja del volumen de correspondencia actual.
Los ingresos de Canada Post cayeron 20 millones de dólares en los primeros 3 trimestres de 2013, en comparación con el mismo período del año precedente.
La empresa informó que 5.094.694 canadienses reciben distribución postal puerta a puerta en todo el territorio. El costo del reparto por vivienda es de 269 dólares. Mientras, 3.804.574 personas reciben sus cartas a través de buzones comunitarios, a un costo de 117 dólares.
Canadá Post enfrenta proyecciones de déficit de 1.000 millones de dólares y aspira a recuperar el equilibrio financiero hacia 2019.
Buzones comunitarios: ¿son seguros?
Entre 2008 y 2013, la entrega de correo a través de las casetas comunitarias registro 4.880 incidentes, que incluyen vandalismo, incendios o el robo de la correspondencia.
Algunos especialistas dicen que la eliminación de la distribución a la puerta hará que muchas personas con problemas de movilidad o de visión queden aún más aisladas y también señalan las dificultades para recoger la correspondencia en días de tormentas de nieve.
Los cambios planteados por el correo canadiense enfrentan un futuro que se presenta como turbulento.
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