La oposición en Venezuela rechazó el llamado a un diálogo nacional lanzado por el presidente Nicolás Maduro. El mandatario presentó su convocatoria en busca de poner fin a la violencia política que sacude al país en las últimas semanas.
El jefe opositor, Henrique Capriles, fue el primero en rechazar la convocatoria presidencial y tras él se manifestó en contra la coalición de la Mesa de la Unidad Democrática, que dijo que el llamado es un “simulacro de diálogo”.
De todos modos, Maduro no pierde la calma y dijo estar convencido que se podrá llegar a acuerdos importantes durante la realización de la conferencia.
La propuesta fue presentada por el presidente tras una nueva marcha convocada por los estudiantes, que denuncian la inseguridad, la falta de productos básicos de consumo y la represión policial.
En San Cristóbal, capital del estado de Táchira y bastión del movimiento opositor, en el oeste del país, miles de manifestantes, en su mayoría mujeres, marcharon hacia instalaciones de la Guardia Nacional.
Como contrapartida, varios cientos de campesinos chavistas se concentraron frente al palacio presidencial de Miraflores, para expresar su respaldo al gobierno venezolano.
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