Un informe de febrero de la Cámara de Comercio de Canadá sobre el mercado laboral nacional dice que las personas mayores de 55 años están trabajando cada vez más y que la tasa de participación ha aumentado, casi el doble desde 1994. Sin embargo, los puestos de trabajo son a tiempo parcial y los salarios son bajos.
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Los trabajadores de edad en Canadá, a la espera de una revolución

Hay una revolución que se avecina. Es lo que los expertos laborales vaticinan.  Un análisis de la radio pública canadiense CBC examina cómo los trabajadores mayores están esperando cada vez más la «revolución» que les permitirá  ser parte activa de la fuerza laboral después de cumplir los sesenta y setenta.

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Querer trabajar más allá de la edad «normal» de jubilación es una realidad y los empleadores tienen que reconocerlo.

Pero  el análisis destaca también los obstáculos que los mayores canadienses pueden encontrar al tratar de volver a entrar  al mundo del trabajo después de la jubilación.

Señala que las oportunidades de empleo para los trabajadores de más edad altamente cualificados «no son tan atractivas.»

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Un trabajador mayor de 65 años © CBC

David Hurdon es uno entre el creciente número de canadienses que no puede esperar más.

«Tengo que trabajar», dice.

Hurdon dejó su último trabajo «formal», de tiempo completo, como vicepresidente de  venta al por menor de la casa de vinos Kittling Ridge a los 54 años. Eso fue hace 10 años, y desde entonces trabaja de manera independiente pero nunca ganó lo suficiente para ahorrar y poder vivir  de la jubilación.

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Alrededor de 600 personas asistieron a la mayor feria de empleo del CARP, catalogada como «trabajo re-imaginado». © Don Pittis/CBC

Cuando se enteró de una feria de trabajo dirigida por CARP (un grupo que representa a los canadienses mayores) que apunta específicamente a las personas que tratan de volver a la fuerza laboral, Hurdon se mostró optimista sobre la posibilidad de encontrar  un buen trabajo.

Lisa Taylor dice que tiene todo el derecho de sentirse así. Taylor es presidenta de Challenge Factory y es una activista de la promoción de una transformación de la fuerza de trabajo canadiense.

«El concepto de seguir trabajando en sus años sesenta y setenta es bastante nuevo «, dice Taylor después de dar una charla a una audiencia de unas 200 personas mayores. » No fue hace tanto tiempo que las campañas de marketing nos decían que la jubilación sería a los 55.»

Recientemente la revista The Economist publicó en página editorial lo siguiente: «Si las personas de edad salen de la fuerza de trabajo temprano, se vuelven dependientes de los jóvenes para vivir.» Incluso si las personas mayores tienen el dinero invertido en acciones y bonos, los rendimientos de la inversión tienen que ser sostenidos por una fuerza laboral que disminuye.

Taylor está convencida de que esto es insostenible. Y ella rechaza la idea de que al permanecer en la fuerza de trabajo, las personas mayores evitan que los jóvenes encuentren trabajo. Esa es la » falacia de la carga de trabajo» que se ha utilizado en el pasado para impedir a las mujeres trabajar y también para desalentar la inmigración de «los extranjeros que tomarán todos los puestos de trabajo.»

«De hecho, la investigación muestra que donde hay mayores niveles de empleo en la gente mayor en una sociedad, el desempleo juvenil disminuye», dice Taylor.

Y añade que, con habilidades complementarias, se necesitarán tanto a los trabajadores jóvenes como a los  mayores en la fuerza laboral.

El problema es que la mayoría de los puestos de trabajo que se ofrecen a los trabajadores maduros altamente cualificados en este momento,  no son tan atractivos.

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© CBC

Alrededor de 600 personas asistieron a la mayor feria de empleo del CARP, catalogado como «el trabajo re-imaginado». Pero los empleos que se ofrecen no son del tipo que la gente esperaba.

David Hurdon se desplomó en una silla,  desanimado.  Le habían ofrecido trabajos de salario mínimo y de voluntariado. Hubo compañías como Mary Kay y Avon, y muchas otras de productos menos conocidos, ofreciendo para vender de puerta en puerta o a los amigos. Hubo franquicias que requieren una inversión de cientos de miles de dólares.

También agencias que tratan de ayudar a encontrar puestos de trabajo. Hurdon dio su nombre a una llamada Tercer Trimestre. «Ellos pueden ser la única conexión útil que hice», declaró a CBC. «No hay nada disponible en su sitio en este momento, pero es mejor estar registradas que no.»

Angelina Hamangoda es una abogada que ha trabajado en todo el mundo. Su último trabajo antes de quedarse desempleada fue a tiempo parcial en una guardería, y no pudo encontrar nada en el evento CARP.

«Me siento muy frustrada en este momento», dijo. «Creo que toda mi educación se va por el desagüe».

Las experiencias de Hurdon y Hamangoda están en concordancia con un informe de febrero de la Cámara de Comercio de Canadá sobre el mercado laboral nacional.

Se dice que las personas mayores de 55 años están cada vez más trabajando y que la tasa de participación ha aumentado, casi el doble desde 1994. De hecho, la tasa de desempleo de los trabajadores mayores que dicen que están buscando trabajo es inferior a la tasa de todos los canadienses. Sin embargo, los puestos de trabajo no son buenos, con salarios más bajos y a tiempo parcial.

No se siente todavía como una revolución.

Pero eso no cambia la convicción de Lisa Taylor. Ella dice que la demografía y la esperanza de vida en aumento significan que para tener éxito, es esencial que las empresas aprendan a no despedir a los trabajadores de más edad, sino más bien descubrir cómo hacer para que ellos sean de utilidad. Sobre todo en una época en que el promedio de vida es de 82 años.

Muchas empresas actualmente ven a sus trabajadores de mayor edad como un costo más que un beneficio, y deshacerse de ellos,  como un ahorro de costes. Las empresas son en general reacias a contratar a los trabajadores de más edad e invertir en su formación.

Pero Taylor dice que los directores y gerentes deben adaptarse al hecho de que la esperanza de vida del trabajador no cesa de aumentar y que la contratación y capacitación de los trabajadores de más edad no debe ser más una inversión a corto plazo como fue en el pasado.

Ella dice que las empresas que quieran tener éxito, deberán inevitablemente resolver esta situación.

«Las personas que la entienden, los empresarios que empiezan a reconocer que esta mano de obra es talentosa, comprometida y flexible y lista a avanzar, son los que van a ganar esta revolución», dice Taylor.

«Los que ahora realmente resisten, van a ser los que tendrán que ponerse al día cuando la revolución del talento continúe aumentando.»

Como dice el periodista de la CBC, Don Pitts, es posible que la revolución esté en camino, pero todavía no llegó aquí.

 

Categorías: Economía, Política, Sociedad
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