Con la presencia de 20 jefes de Estado y de Gobierno, Michelle Bachelet asumió, hoy, por segunda vez, la presidencia de Chile.
La nueva presidenta llega al poder en medio de grandes expectativas de los posibles cambios -constitucionales y legales- que impulsará su administración para solucionar problemas como el de los altos costos de la educación.
Los chilenos saben que los cambios -de fondo- propuestos por Bachelet tendrán fuertes opositores y que el gobierno tendrá que luchar con el parlamento –y sobre todo con los partidos opositores- para lograr los cambios que prometió.
Una constitución aprobada por referendo, la educación superior gratuita y de calidad y el voto de los chilenos residentes en el extranjero hacen parte de los objetivos anunciados por la presidenta Bachelet.
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