Otro potente sismo estremeció la noche del miércoles la costa norte de Chile, en una réplica del violento terremoto de la víspera.
El sismo de magnitud 7,6 ocurrió a las 0243 GMT y tuvo epicentro en tierra a unos 19 kilómetros al sur de Iquique y a una profundidad de 40 kilómetros, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El nuevo temblor causó una alerta de tsunami que llevó a evacuar a miles de pobladores, incluyendo a la presidenta Michelle Bachelet, quien se encontraba en la ciudad fronteriza de Arica supervisando la entrega de asistencia y evaluando los daños del terremoto anterior. La mandataria fue trasladada a un lugar seguro.
Los pobladores de las ciudades chilenas de Iquique y Arica, ubicadas en el norte cerca de la frontera con Perú y en pleno corazón minero del país, fueron evacuadas por segunda vez en dos días hacia zonas altas.
A pesar de la intensidad del sismo, no hubo reportes de víctimas ni daños de importancia, según las autoridades.
Tanto la Armada de Chile como la de Perú emitieron alertas de tsunami en las regiones costeras. Sin embargo, los servicios de emergencia chilenos informaron que se registraron olas de muy baja altura en la costa norte del país.
Hasta el momento, el terremoto de 8,2 grados ocurrido el martes y las más de 150 réplicas de mediana magnitud que se produjeron después no afectaron seriamente a la minería, fuente crucial de ingresos para Chile, el mayor productor mundial de cobre.
Chile, al igual que otros países de la región andina, se encuentra en una zona altamente sísmica conocida como el «Anillo de Fuego» del Pacífico.
La nación de 16 millones de habitantes ha sufrido una larga lista de sismos, entre ellos el de Valdivia en 1960, que alcanzó una magnitud de 9,5, el más potente del que se tenga registro en el mundo.
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