Los documentos estudiados durante el proceso de canonización del difunto papa Juan Pablo II mostraron que “no existía ninguna implicación personal” de su parte en el escándalo del fundador pedófilo de los Legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano Marcial Maciel, anunció esta mañana el Vaticano.
Durante una conferencia de prensa, monseñor Slavomir Oder, Postulador de la causa de Juan Pablo II y el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, respondieron a las acusaciones según las cuales el papa polaco habría estado al tanto del escándalo y se habría negado a castigar a al padre Maciel.
“El estudio de los documentos personales del papa”, después de solicitudes para permitir clarificar este tema, demostró que “no existe ninguna implicación personal del Santo Padre en este asunto”, declaró el padre Lombardi.
Y aunque el papa Juan Pablo II condenó la pedofilia en Estados Unidos desde 2002, las asociaciones de antiguas víctimas de padres y obispos pedófilos se muestran críticas con respecto a su actitud. Ellas lo acusan de haberse interesado antes que todo a proteger la institución frente a los escándalos, cerrando los ojos sobre la amplitud del crimen y negándose también a ir tan lejos como fue su sucesor, Benedicto XVI, cuando pidió perdón.
A Wojtyla, se le reprocha su apoyo al sacerdote mexicano Marcial Maciel, el carismático fundador del movimiento conservador Los Legionarios de Cristo, que fue recibido en audiencia en 2004, mientras que estaba todavía enfermo, en una época en que las acusaciones de corrupción y abusos sexuales aumentaban contra este sacerdote pedófilo y corrupto.
Los Legionarios de Cristo, un movimiento conservador nuevo de la iglesia que obedecía a la autoridad papal, capaz de llenar sus seminarios, habían impresionado positivamente a Juan Pablo II.
Marcado por las campañas calumniosas de los servicios secretos comunistas contra la iglesia polaca, Juan Pablo II se negaba a creer estas acusaciones.
Monseñor Oder comentó las informaciones sobre las reservas que el ex cardenal de Milán, Carlo María Martini, miembro del ala progresista de la iglesia, habría emitido durante el proceso de canonización. “No es cierto, ni justo” decir que el cardenal italiano se había opuesto a la canonización. Lo que sí es cierto es que monseñor Martini reconoció la legitimidad de un debate sobre la oportunidad de volver santos a los papas en general, explicaron monseñor Oder y el padre Lombardi.
Monseñor Oder reconoció que durante el proceso de canonización, “voces de la izquierda de la iglesia” se opusieron debido a las drásticas posiciones del papa contra los teólogos de la liberación y así como de integristas hostiles a la apertura del Karol Wojtyla a las otras religiones.
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