Un joven canadiense, que tenía 17 años cuando cometió un asesinato, fue juzgado como adulto por los tribunales y condenado a la cadena perpetua.
Alexandre Dionne fue declarado culpable del homicidio de un farmaceuta ocurrido en 2012. Durante el proceso, la fiscalía y las autoridades mostraron pruebas de que el joven criminal había robado la casa de su víctima en cinco ocasiones y de que el robo fue la causa del homicidio.
El condenado, que hoy tiene 19 años, seguirá detenido en un centro para jóvenes hasta que termine sus estudios, en el mes de junio, para luego ser transferido a una cárcel.
Otro joven, también menor al momento en el que ocurrió el homicidio, también fue condenado como adulto por los delitos complot, homicidio y complicidad posterior al crimen.
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