Quien fuera el primero en denunciar los gastos excesivos de un ex jefe del sindicato de la FTQ, la Federación de Trabajadores de Quebec- sector de la construcción y los posibles vínculos entre el sindicato y miembros del crimen organizado, dice que está en exilio sindical forzado en el Oeste canadiense. Y no sería el único.
Escuche“El poder sindical en Quebec, es la cotización sindical, algo que es muy tabú, nadie quiere decirlo. Los sindicatos se disocian de los trabajadores y se asocian con el dinero. No hay una central sindical que quiere hablar y decir que el dinero es más importante que su trabajador. Pero eso es así”.
Ken Pereira trabaja en las provincias del oeste de Alberta y Saskatchewan desde 2009. Según él, es incapaz de trabajar desde entonces en una obra en construcción en Quebec.
Radio-Canadá lo entrevistó en Cold Lake, Alberta, a la hora del almuerzo que Ken Pereira comparte generalmente con otros trabajadores de la construcción de Quebec. Alrededor de la mesa, la ausencia de esposas, de amigos y de familiares que permanecen en Quebec se hace sentir. «A mí me han corrido, y los daños colaterales como ellos lo llaman, son ustedes porque me siguieron. Todos ustedes están con problemas igual que yo”!!!dice durante la comida.
El sindicalista afirma que sus revelaciones sobre el posible nexo del crimen organizado con la FTQ-Construcción, además de haber revelado facturas saladas del ex dirigente Jocelyn Dupuis, simplemente lo pusieron fuera de circuito en Quebec. «He recibido amenazas provenientes del crimen organizado italiano, de los motociclistas», exclama.
«Lo más difícil de asumir es que yo no tengo el derecho a trabajar en mi patria porque dije la verdad. »
Castigados por su elección
Ken Pereira fue contratado por la FTQ-Construcción en 2006 para buscar trabajo a los mecánicos industriales de Quebec afiliados a ese sindicato. La sección local 2181 del CPQMC Internacional obtenía la mayoría del trabajo en esa área. Las luchas entonces para colocar a sus miembros siempre han existido entre los sindicatos, de acuerdo con Ken Pereira.
El sindicalista dijo haber ubicado desde 2006 a más de 1000 quebequenses en Alberta y Saskatchewan. Algunos de ellos serían incapaces de encontrar trabajo en Quebec, ya que están identificados como militantes, dijo.
«Desde el momento en que no votan por el buen sindicato, se termina para toda la vida”! dice Marc Allard, un mecánico industrial. Él afirma que se vio obligado a exiliarse en Alberta porque votó por una central sindical minoritaria. «Un Quebequense, que no es capaz de trabajar en cualquier lugar de la provincia», se queja Marc Allard.
«Ni siquiera soy capaz de pasar una escoba en un sitio de construcción, sin embargo, yo estoy calificado, de acuerdo con el gobierno, con mi tarjeta CCQ. Mi competencia no ha disminuido porque yo haya votado por otra central sindical «, argumenta.
El mecánico Gilbert Vachon, que ha trabajado 15 años para una empresa de Quebec, dijo que su empleador le mostró la puerta el día que siguió a Ken Pereira en 2006.
«Los propios quebequenses me echaron de mi provincia, del lugar donde he venido al mundo, donde yo me entregué cuerpo y alma a mi trabajo. «- Gilbert Vachon.
Las cosas han cambiado, dice el Director general
Sin embargo, el Director General de la FTQ-Construcción, dice que el sindicato ha cambiado mucho. Yves Ouellet afirma que el sindicato trata a todos los miembros por igual y que son los empresarios de Quebec los que toman la decisión final.
Mientras tanto, Ken Pereira mantiene la esperanza de volver a trabajar en la FTQ. Un acuerdo alcanzado en 2011 lo separa de este sindicato por un período de 5 años.
“Me gustaría regresar a Quebec para defender a los trabajadores, es lo que hago mejor. Regresar a la FTQ. Creo que la FTQ es una central sindical increíble, pero hay un pequeño grupo que tiene que irse. Hay que hacer una limpieza, y yo quiero hacerla”. Ken Pereira
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