63 sacs de cocaïne scellés sous vide, soit 45 kilos d'une valeur de revente de 4,5 millions de dollars, sont dissimulés dans un camion à plateforme intercepté lors d'un contrôle routier au Nevada, en octobre 2012.

Incautación de cocaína en octobre 2012. La policía caminera de Nevada interceptó el camión donde estaba escondida la droga. Un canadiense de Alberta conducía el camión.
Photo Credit: Alberta Law Enforcement Response Teams

Existen vínculos entre menonitas canadienses y carteles de la droga mexicanos

Las autoridades canadienses y estadounidenses están preocupadas debido a que menonitas canadienses están trayendo drogas del cártel mexicano hacia Alberta.

Según Jim Schrant, agente de la Drug Enforcement Administration (DEA) en Colorado, cocaína por valor de millones de dólares en dólares ha cruzado la frontera, lo cual hace probable el incremento de la violencia asociada con esta actividad criminal.

Schrant señaló que la mayoría de los miembros de la comunidad menonita son ciudadanos trabajadores y respetuosos de la ley. Pero como en todo grupo, siempre existen manzanas podridas.

La cocaína es costosa en Canadá. Schrant señaló que su valor aumenta con cada frontera que el cargamento tiene que atravesar.

«Al final del día, el negocio de la droga, con todo lo vil y venenoso que es, sigue siendo un negocio», dijo Schrant . «Cuando se tiene gran demanda de un producto, en este caso la cocaína, cuanto más lejos está uno de la fuente de origen, más altos son los precios.»

Miembros de las comunidades menonitas en Canadá empezaron a emigrar a México en las primeras décadas de 1900.

Varios factores influyeron en ese éxodo: las leyes canadienses exigen que los niños asistan a la escuela, lo que retira fuerza de trabajo de los campos de cultivo. Al mismo tiempo, el gobierno de México estaba tratando de aumentar la producción agrícola en el país y vio en los menonitas una forma de lograrlo. Fue por esto que les ofreció tierras.

«Ofrecieron grandes concesiones de tierras en México a los agricultores de América del Norte», dijo Schrant . «Algunos de los mejores agricultores del mundo eran de la comunidad menonita. Fue así que a principio de siglo hubo una gran inmigración de menonitas de Estados Unidos y Canadá hacia el norte de México, en particular hacia el Estado de Chihuahua. »

Schrant dijo que finalmente los carteles se hicieron amigos de sus vecinos menonitas , formando una alianza con algunos de ellos. Pero durante los últimos dos o tres años, los problemas sociales, las dificultades económicas y la violencia ha obligado a cientos de menonitas a regresar a las Praderas Canadienses.

Con conexiones que datan de generaciones, los cárteles mexicanos de la droga tienen ahora aliados de confianza en el norte.

Varios casos recientes han puesto de relieve la magnitud del problema.

Jacob Fehr fue condenado la semana pasada a siete años de cárcel por traer de contrabando a Calgary cocaína desde su antiguo hogar en Chihuahua, México.

Fehr se trasladó a Peace River en 2007, pero fue capturado transportando un contrabando de droga en el cruce fronterizo de Coutts en enero de 2011.

El acusado de 38 años declaró ante el juez que miembros del cártel armados amenazaron a su familia. Dijo que era su tercer viaje a Alberta, con lo que habría terminado su compromiso con el cartel, cuando fue capturado con dos kilos de cocaína escondidos en su camioneta. Su esposa y sus cuatro hijas se encontraban en el vehículo al momento de su detención.

Tras la sentencia dictada contra Fehr, el fiscal de la Corona Frank Polak señaló que «la cocaína es considerada una droga perniciosa y sus efectos en la sociedad son extremadamente perjudiciales», añadiendo que «no es autóctona de Canadá, por lo que tiene que ser traída. Es por esto que el cargo de importación es particularmente alarmante».

Polak se encuentra atendiendo otro caso de drogas que involucra a dos acusados en Lethbridge, Alberta.

Las autoridades acusaron a Abram Klassen y Jacob Dyck de importación de cocaína, posesión de esta droga con fines de tráfico y conspiración para importar cocaína, después de que se incautaron 16 kilogramos de cocaína pura en los cruces fronterizos. De Coutts y Great Falls.

Las incautaciones y los cargos fueron el resultado de una investigación transfronteriza que duró 15 meses.

El año pasado siete personas fueron acusadas de importar drogas después de que funcionarios estadounidenses incautaron miles de kilos de cocaína destinados a la pequeña ciudad de Grassy Lake, al sur de Alberta, donde viven unas 600 personas, en su mayoría menonitas.

La DEA trabaja en estrecha colaboración con la Real Policía Montada de Canadá, con los Servicios Fronterizos de Canadá y otras agencias policiales locales, pero el agente de la DEA, Jim Schrant, reconoce que abordar el problema en Alberta significa tener que rastrear la organización criminal hasta sus bien establecidos cuarteles en México.

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