Más una mujer fuma durante el embarazo, mayor es el riesgo de dar a luz a un niño con defectos congénitos del corazón, muestra un estudio publicado esta semana en el marco de una reunión científica pediátrica en Vancouver.
Esta no es la primera vez que el tabaquismo está asociado con defectos congénitos como el labio leporino o el paladar hendido, o sin extremidades o deformes. Otros estudios han establecido una relación entre el tabaquismo de la madre y las malformaciones congénitas.
Los autores del estudio más reciente compararon la salud de 14.128 niños que nacieron con defectos cardíacos entre 1989 y 2011, y la salud de 62.274 niños nacidos al mismo tiempo, pero sin malformación. Luego compararon la proporción de niños con malformaciones cuyas madres fumaron a la proporción de niños sanos de madres que también fumaban.
Los resultados muestran que los niños con malformaciones eran más propensos que otros a ser nacidos de madres fumadoras. El riesgo fue mayor entre las más grandes fumadoras, y fue más importante en las fumadoras mayores de 35 años.
Los bebés de madres que fumaron aumentaron su riesgo de una anomalía de la válvula pulmonar y de las arterias pulmonares de 50 a 70 %. El riesgo de perforación de la pared que separa las dos cámaras del corazón (una comunicación del tabique auricular) aumentó por su parte en 20%. Todas estas malformaciones requieren de una cirugía mayor para ser corregidas.
Los investigadores encontraron además que alrededor del 10 % de las madres que dieron a luz en los últimos años confesaron fumar durante el embarazo. Ellos creen que el tabaquismo materno causa entre el 1 y el 2% de todos los defectos cardíacos.
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