En nuestra crónica dominical esta semana vamos a hablar de los milagros. De acuerdo con la definición del Diccionario de la Lengua Española, un milagro es un “hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino”. Tomás de Aquino definió el milagro en el siglo XIII en su “Suma teológica” como “algo hecho por Dios más allá de las causas conocidas por los hombres”
Hay quienes creen y quienes no creen en los milagros. Pero hoy vamos a hablar de los milagros desde otro punto de vista, menos divino y más profano, diría yo. Y desde ese punto de vista, los milagros ocurren todos los días y para las necesidades de la presentación lo podemos definir como “un acontecimiento que tiene una probabilidad ínfima de producirse”, pero que se puede producir y es completamente normal.
Por ejemplo: ¿Cuál es la probabilidad durante un año de que nos parta un rayo? En Estados Unidos, un país con muchas tormentas existe una posibilidad sobre 800.000 de que esto le suceda a alguien, nos dice Stephane Durand, profesor de física y miembro del Centro de Investigaciones Matemáticas de la Universidad de Montreal.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.