Los yihadistas del Estado Islámico de Iraq y Levante, vinculado a Al Qaeda, que se tomaron Mosul, la segunda ciudad de Iraq, progresan en la toma de la ciudad petrolera de Baiji, donde incendiaron un tribunal y cuartel de policía, informan este miércoles los responsables de la seguridad.
Baiji, que se encuentra a medio camino entre Bagdad y Mosul, alberga una refinería protegida por unos 250 guardas. Algunas fuentes afirman que los guardas habrían aceptado retirarse a cambio de un salvoconducto hacia otra ciudad, después de negociaciones con una delegación de jefes tribales enviados por los yihadistas.
Djassim al Kaissi, un habitante de la ciudad, declaró que las milicias islamistas habrían aconsejado también a la policía y a los militares de no enfrentarse a ellos
Los islamistas entraron a la ciudad a bordo de 60 vehículos y liberaron a los prisioneros.
La refinería de Baiji es la más grande de Iraq y abastece en productos petroleros a la mayoría de las provincias del país.
Iraq cooperará con las fuerzas de Kurdistán autónomo para desalojar a las milicias yihadistas de Mosul, declaró este miércoles el ministro iraquí de Relaciones Exteriores.
“La caída de una gran ciudad como Mosul y la huida de las fuerzas de seguridad tienen algo de verdaderamente dramático”, dijo Hochiar Zebari al margen de un foro de la Unión Europea y la Liga Árabe en Atenas. “Habrá una cooperación más estrecha entre Bagdad y el gobierno regional de Kurdistán para trabajar juntos y desalojar a los combatientes extranjeros”, declaró el ministro iraquí.
Hochiar Zebari hizo también un llamado a todos los dirigentes iraquíes para que se unan frente al peligro «grave y mortal» que representa la progresión de los insurgentes sunitas.
La Organización Internacional de Migraciones (OIM), un organismo independiente, estima que más 500.000 civiles huyen la violencia en Mosul y los alrededores.
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