Georgi Mamedov (izq) en 2001 en compañía del sub secretario de Estado estadounidense de la época, John Bolton.

Georgi Mamedov (izq) en 2001 en compañía del sub secretario de Estado estadounidense de la época, John Bolton.
Photo Credit: SRC/Reuters Photographer / Reuter

El embajador ruso en Canadá abandona la diplomacia y regresa a Moscú

La carrera diplomática de Georgi Mamedov se construyó durante los momentos más tensos de la guerra fría.

Mientras prepara sus maletas en Ottawa, donde se convirtió en el decano del cuerpo diplomático después de haber pasado 11 años como embajador de Rusia en Canadá, Georgi Mamedov se encuentra sumergido nuevamente en los tufos de esta guerra ideológica y política.

El diplomático socarrón y a menudo provocador, se convirtió en el blanco de la desaprobación política y pública de la anexión de la península de Crimea por el presidente Vladimir Putin y de los problemas continuos en el este de Ucrania, causados por las milicias pro-rusas.

En el transcurso de los últimos meses fue convocado a puertas cerradas por varios responsables del ministerio de Relaciones Exteriores y cargó con el peso de la indignación oficial de Canadá en nombre del gobierno Putin. Él fue incluso, abucheado por el público durante un reciente almuerzo de negocios en Toronto, donde algunas personas lo trataron de mentiroso.

Pero, como lo dijo el diplomático el jueves durante una recepción organizada en su honor en la embajada de Rusia, las tensiones actuales con los países occidentales son un pálido reflejo comparadas a las que hubo durante el apogeo de la guerra fría, cuando él era jefe negociador su país frente a Estados Unidos.

A pesar de la retórica hostil del gobierno canadiense contra el Kremlin, el embajador estima que lo que une los dos países es mucho más significativo que lo que los divide, en particular la cooperación económica y militar en el Lejano Norte y una visión compartida del futuro de esta región.

Los observadores experimentados no se sorprenden que la crisis actual entre Ucrania y Rusia no haga desviar a Georgi Mamedov de su eje.

“Bajo las apariencias de Falstaff se esconde un diplomático hábil y astuto que sabe cómo jugar el juego. Y más importante todavía, al que le gusta jugar ese juego en el que es excelente”, dice el diplomático canadiense retirado, Colin Robertson, actualmente vice-presidente del Instituto Canadiense de Defensa y de Relaciones Exteriores.

Georgi Mamedov, que es titular de un doctorado en Historia, saldrá de Ottawa esta semana y regresará a trabajar en el medio académico de Moscú.

Categorías: Internacional, Política
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