Un ejecutivo de Canadá, detenido por casi tres años, fue llevado a juicio bajo acusaciones de soborno en Cuba.
Los fiscales cubanos solicitaron 15 años de cárcel para Cy Tokmakjian, de 74 años, y sentencias de 12 años de prisión para otros altos directivos canadienses como Claudio Vetere y Marco Puche, según un diplomático occidental que tuvo acceso a los cargos y pidió no ser identificado.
Otros 14 acusados cubanos también enfrentan largas penas de prisión si son declarados culpables. El juicio comenzó la semana pasada a puerta cerrada y se extenderá hasta el viernes.
El veredicto podría conocerse en las próximas semanas.
Cuba clausuró la compañía comercial canadiense, Grupo Tokmakjian, en septiembre del 2011 y detuvo a Tokmakjian además de confiscar los pasaportes de los otros gerentes.
Los cargos incluyen soborno, evasión fiscal y otros delitos económicos.
Los tres canadienses insisten en que son inocentes. El vicepresidente de finanzas de la compañía, Lee Hacker, dijo que esto será demostrado en el juicio.
«Existen serias preocupaciones por la falta de un debido proceso, la transparencia y la independencia del sistema judicial cubano. Tememos que el resultado ya ha sido predeterminado», dijo Hacker.
El caso ha tensado las relaciones entre Canadá y Cuba porque Tokmakjian ha estado detenido durante casi dos años y medio sin cargos.
Cuba promueve una nueva ley de inversión extranjera que entrará en vigor a fines de junio y sostiene que esa legislación es crucial para incentivar la llegada de inversión extranjera, necesaria para impulsar el desarrollo del país.
El tema central de la nueva ley es la reducción de impuestos. Sin embargo, muchas compañías extranjeras dicen que están más interesadas en el clima general de negocios, la transparencia y el reglamento de la ley, especialmente a la luz de la prolongada detención de Tokmakjian.
Las operaciones del Grupo Tokmakjian tenían un valor anual de 80 millones de dólares en ventas de equipos de transporte, minería y construcción.
La compañía con sede en Ontario era el distribuidor exclusivo en Cuba de Hyundai, entre otras marcas, y estaba asociada con otras dos empresas mixtas para la sustitución de motores de los equipos de transporte de la era soviética.
La detención de Tokmakjian hace parte de una investigación sobre el sector del comercio internacional en Cuba, que hace parte de una amplia ofensiva emprendida por el presidente Raúl Castro contra la corrupción.
Previamente las autoridades cubanas ordenaron el cierre de otra empresa canadiense de importación, Tri-Star Caribbean. Le siguió la clausura del Grupo Tokmakjian y luego la de la firma de inversión británica Coral Capital, todas en 2011.
Los ejecutivos fueron arrestados, al igual que decenas de hombres de negocios y funcionarios cubanos. La mayoría han sido juzgados y condenados por aceptar sobornos.
Los ejecutivos de Tri-Star Caribe y Coral Capital fueron juzgados hace un año, sentenciados y condenados, tras lo cual fueron rápidamente fueron expulsados del país.
El propietario de Tri-Star Caribe, Sarkis Yacoubian, que primero trabajó para Tokmakjian y más tarde se convirtió en su principal competidor en la isla, confesó los hechos y presentó pruebas a las autoridades cubanas que inculpaban a su ex empleador.
El embajador canadiense en Cuba, Ives Gagnon, ha estado presente durante gran parte del juicio. Los acusados pueden tener abogados internacionales como consultores en los tribunales, aunque deben estar representados por letrados públicos.
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