El Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) y las autoridades chilenas iniciaron la construcción del telescopio más poderoso del mundo este jueves con una masiva explosión en la cima de una montaña en el norte del país, lugar escogido para el proyecto.
La cima del cerro Armazones, ubicado en el desierto de Atacama y a 3.064 metros sobre el nivel del mar, fue nivelada tras hacer volar unos 5.000 metros cúbicos de roca a fin de instalar el Telescopio Europeo Extremadamente Largo (E-ELT) que entrará en operaciones en 2024.
Durante la ceremonia, Tim de Zeeuw, director del Observatorio Europeo Austral, señaló que «El E-ELT producirá sin duda descubrimientos que simplemente no podemos imaginar hoy y seguramente inspirará a muchas personas de todo el mundo a pensar en la ciencia, la tecnología y nuestro lugar en el universo.»
Con la voladura de la cima del Armazones se busca reducir la altura del cerro de entre 25 y 30 metros para crear una llanura de unos 200 metros cuadrados. Allí se instalará el potente telescopio que tiene un costo de más de 1.000 millones de euros.
Una vez aplanada la cima de Armazones comenzará la construcción del edificio y del telescopio que tendrá un espejo de casi 40 metros de diámetro, lo que permitirá captar 15 veces más luz que cualquier otro instrumento y permitirá tomar fotografías más nítidas que las producidas por el Telescopio Espacial Hubble.
Tal será la potencia del Telescopio Extremadamente Grande que hasta podrá apreciar la atmósfera de planetas en otras galaxias.
El cerro Armazones, ubicado en el desierto de Atacama, el más árido del mundo, fue escogido para el proyecto por ofrecer la mejor calidad de cielo para las observaciones, con más de 320 noches despejadas al año.
El E-ELT será cuatro veces más grande que cualquiera de los telescopios actuales, ya que podrá recopilar cuatro veces más luz y captar exoplanetas o moléculas que podrían revelar si hay vida, algo que ningún telescopio actual es capaz de hacer.
Para conseguir esto, son clave los 798 espejos de 1,45 metros cada uno, los que comenzarán a ser fabricados en los próximos dos años.
El financiamiento del E-ELT se divide en tres partes. Cerca de un tercio proviene del presupuesto normal del Observatorio Europeo Austral. Otro tercio serían aportado por la adhesión aún no oficializada de Brasil y unos 435 millones de euro provendrían de compromisos adicionales de los 14 Estados miembros.
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