Un juez de la provincia de Ontario se negó el lunes a suspender una sentencia que permitiría a los canadienses que viven en el extranjero desde hace tiempo votar, argumentando que era poco probable que los votantes expatriados determinen el resultado de las próximas elecciones federales complementarias.
En su sentencia contra la solicitud de suspensión por parte del gobierno federal, el juez Robert Sharpe, del Tribunal de Apelación, dijo que el resultado de las elecciones rara vez se determina por un puñado de votantes, como lo estimaba Ottawa.
En consecuencia, el juez dijo que la perspectiva de que el voto de los expatriados pueda causar un «daño irreparable» es «bastante improbable.»
El gobierno federal ha apelado la decisión el mes pasado que anuló una disposición de la Ley Electoral de Canadá de retirar el derecho de voto a los canadienses que viven en el extranjero desde hace más de cinco años. Los abogados del gobierno habían pedido el viernes una suspensión del veredicto, hasta que se hubieran completado los procedimientos de la apelación.
Pero el juez Sharpe dictaminó que sería imposible reparar el daño potencial causado a los votantes no residentes si se les impedía votar en las elecciones complementarias del 30 de junio y si la sentencia de segunda instancia, finalmente se inclinaba a su favor.
«Cuando la elección pase, el derecho constitucional a votar en esta elección se perderá para siempre», dijo el magistrado.
El mes pasado, un juez de la Corte Superior de Ontario, Michael Penny, falló a favor de dos canadienses que viven en Estados Unidos. Éstos argumentaron que era inconstitucional el privarlos de su derecho al voto debido a que viven en el extranjero desde hace más de cinco años, en virtud de una ley que existe desde 1993, pero que ha sido aplicada solo recientemente.
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