La Unión Europea y Ucrania finalizaron este viernes su acercamiento con la firma de un acuerdo de asociación y de libre comercio que irrita a Rusia a después de haber provocado indirectamente la destitución del ex presidente ucraniano Viktor Ianoukovitch a fines de febrero del presente año.
Los 28 países que forman la Unión franquearon un nuevo paso al firmar al margen del Consejo Europeo de Bruselas otros dos acuerdos con Moldavia y Georgia, países que escapan a la Unión Euroasiática deseada por el presidente ruso Vladimir Putin.
El presidente ucraniano Petro Porochenko, elegido el 25 de mayo pasado, habló de un día histórico para su país y dice esperar que se trate de une primera etapa hacia una adhesión plena y entera de su país a la Unión Europea.
“Ucrania, en tanto que Estado europeo, que comparte los valores comunes de democracia y de estado de derecho, resalta su decisión soberana en favor de una adhesión futura a la Unión Europea” Petro Porochenko, presidente de Ucrania.
“Ucrania considera el acuerdo de asociación como un instrumento de los preparativos para alcanzar este objetivo” agregó el presidente ucraniano, que suscitó, a principio de su discurso, sonrisas y aplausos al mostrar el bolígrafo en el que estaba inscrita la fecha del 29 de noviembre. El ex presidente Viktor Ianoukovitch hubiera debido firmar el acuerdo ese día en Vilnius, Lituania, pero se desistió.
De este desistimiento surgieron las manifestaciones de Kiev que provocaron su destitución y sumergieron al país en el caos al interior de sus fronteras y en una crisis con Rusia, que anexó la Crimea, y que le valió las sanciones de los países occidentales.
Moscú anuncia consecuencias graves
El presidente del Consejo europeo, Herman Van Rompuy se esforzó en decir en su discurso que los acuerdos no incluyen “nada que pueda perjudicar a Rusia”, pero Moscú reaccionó muy rápido.
El vice ministro ruso de Relaciones Exteriores Grigori Karasine previno, según la agencia Interfax, que habrá “consecuencias graves” justo en el momento en que el presidente francés François Hollande y la canciller alemana Angela Merkel, conversaban con Petro Porochenko.
Rusia ya intentó en el pasado y aún en la actualidad de impedir que los países de lo que ella considera como su zona de influencia escapen a su control para aliarse con la Unión Europea.
Los responsables europeos reconocen que existe el riesgo de que Moscú adopte sanciones comerciales contra los tres nuevos socios de la UE y que Ucrania pierda el beneficio de los acuerdos de libre comercio con la Comunidad de Estados Independientes, CEI.
Oportunidad económica para Ucrania
El acuerdo con la Unión Europea, un mercado próspero de 500 millones de habitantes, representa no obstante, una oportunidad económica mayor para Ucrania, que exportó el año pasado 13.800 millones de dólares hacia los países de la Unión. Esta cifra podría aumentar de 1.000 millones anuales gracias al acuerdo.
Más no obstante, para Ucrania la situación sigue siendo crítica porque el conflicto armado entre las autoridades y los separatistas del Este no se ha solucionado todavía, como tampoco el problema de abastecimiento de gas. La compañía petrolera estatal rusa Gazprom suspendió sus entregas a Ucrania la semana pasada invocando atrasos en los pagos.
Sobre el terreno, las tensiones continúan y los europeos tuvieron que exhortar nuevamente hoy a Rusia para que “se sirva de su influencia sobre los grupos armados ilegales” y a tomar una posición clara en favor del cese de las hostilidades, según el proyecto de conclusiones de la Cumbre de Bruselas.
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