Nicolas Sarkozy sale de su residencia de Paris.
Photo Credit: Gonzalo Fuentes / Reuters

La derecha francesa en estado de shock después de la imputación de Nicolas Sarkozy por tráfico de influencia

Su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), está particularmente sacudido.  Jean-Pierre Raffarin, quien lidera el partido en forma provisional con Alain Juppé y François Fillon, ha pedido públicamente moderación.

Pero la acusación del ex jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, no deja indiferente a nadie en Francia.

Éste ha sido imputado la madrugada de este miércoles por los presuntos delitos de corrupción, tráfico de influencias y violación del secreto de instrucción, ha informado la fiscalía. La decisión de los jueces llegó después de que el exmandatario estuviera detenido 15 horas declarando, en una medida inédita en Francia contra un exjefe del Estado, en el curso de una investigación judicial sobre un escándalo relacionado con la financiación irregular de la campaña electoral de 2007. El exmandatario estuvo, en total, a disposición de la justicia dieciocho horas y regresó a casa en torno a las dos de la madrugada de hoy con rostro cansado.

Horas antes, Thierry Herzog, el abogado de Sarkozy, y el magistrado Gilbert Azibert, del Tribunal Supremo, también habían sido imputados por los mismos delitos. La justicia investiga si Azibert, cercano al letrado del expresidente, recababa información de los tribunales sobre los avances en la investigación sobre la presunta financiación ilegal de la campaña que llevó a Sarkozy al Palacio del Elíseo en 2007.

Algunos cercanos del ex Jefe de Estado denunciaron la explotación política del caso. «Nunca se dio ese tratamiento a un ex presidente, con tal odio» dijo el alcalde de Niza, Christian Estrosi.

Otras reacciones

Si los aliados de Nicolas Sarkozy no se molestaron en hablar de su inculpación, miembros del Gobierno Socialista de Manuel Valls se mantuvieron mucho más discretos.

El primer ministro calificó el miércoles de «grave»  la inculpación de Nicolas Sarkozy, al tiempo que recuerda los principios de independencia judicial y la presunción de inocencia. «Nadie está por encima de la ley», agregó, evocando al mismo tiempo  la «presunción de inocencia que se aplica a todo el mundo.»

El día antes, el portavoz del Gobierno, Stephane le Foll había asegurado que la justicia debe «ir hasta lo último» porque Nicolas Sarkozy es ahora «un ciudadano como los demás.»

 

Categorías: Internacional, Política
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