Un viaducto en construcción de Belo Horizonte, una de las ciudades anfitrionas del Mundial de fútbol en Brasil, se derrumbó este jueves provocando la muerte de dos personas e hiriendo a otras 22.
Dos camiones de construcción, un bus y un auto fueron aplastados bajo el peso de la estructura de cemento. La conductora del bus murió instantáneamente y la muerte de la segunda persona fue confirmada por un responsable de la oficina de la alcaldía. Los heridos son esencialmente obreros que trabajaban en el sitio.
Las autoridades locales creen que el número de víctimas puede aumentar, sobre todo que reconocieron que no han logrado llegar hasta el auto aplastado y se ignora si la persona o las personas que se encontraban a bordo del vehículo lograron salir de él.
La presidenta Dilma Roussef expresó anoche su “solidaridad a las familias de las víctimas en este momento de dolor”.

“El viaducto estaba en la fase final de construcción y los obreros estaban retirando el andamiaje cuando se produjo el accidente”, explicó a AFP un portavoz de los bomberos de Belo Horizonte.
El viaducto formaba parte de las infraestructuras construidas especialmente para el Mundial y debía servir como vía reservada para los buses, pero la construcción no fue terminada a tiempo.
Los grandes gastos públicos engendrados por el Mundial y los retrasos en los trabajos provocaron la ira de la población brasileña desde hace más de un año, pero el movimiento de protesta se calmó en las últimas semanas.
Belo Horizonte es la sede de una de las dos semifinales el martes próximo. El viaducto derrumbado se encuentra a unos tres kilómetros del estadio Mineirao, donde se jugará el partido.
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