Este grupo –que trabaja sin ánimo de lucro- comenzó trayendo a tierras canadienses a menores de edad desmovilizados de los grupos ilegales. En los intercambios de esos niños con los colombianos residentes aquí –muchos de ellos víctimas de la guerra- y con los canadienses se fueron construyendo lazos y amistades que antes eran casi imposibles.
Ahora, el trabajo de Ágape por Colombia se realiza directamente en el país sudamericano y se inscribe en los esfuerzos de generar procesos para el postconflicto, si se concretan positivamente los diálogos de paz entre los grupos insurgentes y el gobierno.
Para conocer mejor los talleres y encuentros que realiza el grupo canadiense, Martín Movilla habló con Inés Marchand, la presidente del colectivo de trabajo.
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