Miles de kilómetros cuadrados de bosques han sido arrasados por las llamas en las provincias canadienses de Columbia Británica y Alberta y en los Territorios del Noroeste.
Vancouver, una ciudad acostumbrada a las lluvias, ha registrado records de calor que sobrepasan los 30 grados centígrados. Más al norte y al interior de Columbia Británica el calor ha sido más intenso. Además, la mala calidad del aire se une a las sofocantes temperaturas.
Las condiciones climáticas actuales aumentan el riesgo de incendios en la provincia que se encontraba bajo la amenaza “extrema” de incendios forestales.
La sequía, los vientos y las temperaturas -10 grados más altas que normalmente en esta temporada- alimentan las llamas que destruyen los bosques. Más de 500 incendios forestales se han detectado en Columbia Británica afectando 461 kilómetros cuadrados de territorio.
En el caso de la provincia de Alberta, decenas de bomberos combaten –desde hace algunos días- un incendio forestal que ha destruido, hasta ahora, varias decenas de kilómetros cuadrados en el Parque Nacional de Banff. A esto se agrega que el distrito municipal de Greenview tuvo que emitir una orden de evacuación, en la noche de ayer, debido a un importante incendio se acercó a la zona.
En los Territorios del Noroeste, las autoridades reportaron 130 incendios forestales en actividad. La mayoría de ellos han sido originados por los rayos.
Si la situación no mejora, unas 20 000 kilómetros cuadrados podrían ser afectados por los incendios forestales en 2014.
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