La justicia holandesa abrió una investigación sobre el avión de la línea aérea Malaysia Airlines que fue derribado hace algunos días.
La pesquisa de las autoridades holandesas trata de establecer las responsabilidades en caso de que la aeronave -de línea comercial- haya sido derribada intencionalmente, lo que se constituiría en un crimen de guerra.
Un fiscal de Holanda se encuentra actualmente en Ucrania, participando en la investigación sobre el accidente del Boeing 777 que dejó 298 muertos, 193 de ellos ciudadanos holandeses.
Un equipo adicional de investigadores holandeses llegó a Donetsk en las últimas horas. El grupo de holandeses se convirtió en el primer equipo internacional de investigación que tuvo acceso al territorio controlado por los rebeldes pro rusos, desde que se produjo la catástrofe aérea.
Hasta ahora, los únicos extranjeros que habían estado en la zona de la tragedia eran los representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Un grupo de investigadores de la Organización deAviación Civil Internacional (OACI) también llegaron a Ucrania pero no han tenido acceso al lugar en donde se encuentran los cuerpos y los escombros de la aeronave.
Ayer, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, aseguró que esos observadores sólo habían tenido acceso durante 75 minutos el viernes y 3 horas el sábado al lugar donde se encuentran los escombros del avión.
El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, amenazó a Rusia con tomar fuertes medidas si el gobierno ruso no apoyaba decididamente la investigación sobre lo sucedido con el avión.
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