La idea surgió después de que se hicieran evaluaciones y talleres sobre la baja participación política de los latinoamericanos que viven en tierras canadienses y, particularmente, en la ciudad de Toronto.
El debate será hecho en inglés pero con traducción en español y la totalidad del intercambio con los candidatos será grabado y puesto a disposición de los electores hispanos con traducción al inglés.
Después de varios de meses de escándalos que involucran al actual alcalde –Rob Ford- los electores latinos tendrán la posibilidad de debatir con los más opcionados para dirigir la ciudad que presentarán sus visiones de la administración pública y de las ideas políticas.
Los organizadores del debate buscan que los candidatos respondan a las principales preocupaciones de las comunidades y se comprometan –públicamente y ante sus electores- con programas e ideas concretas.
Este tipo de debates –que podríamos llamar de origen popular- permite la participación del constituyente primario y de grupos que normalmente tienen menos juego político y mediático.
Martín Movilla habló con Adriana Salazar del Centro menonita Nueva Vida, uno de los organizadores del debate, sobre la importancia de este ejercicio.
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