Fue la guerra en la antigua Yugoslavia la que empujó a Azimir Burzic, nacido en Bosnia, a buscar refugio en Alemania, donde permaneció durante 5 años, antes de instalarse en la capital canadiense, Ottawa.
Tras estudiar ciencias políticas y trabajar como periodista en la ex Yugoslavia, en Ottawa Azimir Burzic trabaja en la fotografía y la pintura.
Este próximo jueves Azimir Burzic inaugurará en la galería Casa de la Nube, en la ciudad mexicana de Tlaxcala, la exposición titulada A.B. Calopterix virgo.
Según los organizadores, Burzic, “como si fuera una libélula vuela de un tema a otro, brinca entre las texturas, va de un lado a otro entre las superficie y los colores.” Esto sin duda porque la palabra misma Calopteryx virgo, es el nombre científico de una especie de libélula llamada popularmente “caballito del diablo azul”.
Isolda Dosamantes es la directora de la galería Casa de la Nube, que abrirá esta semana sus puertas a los trabajos del artista bosnio-canadiense.
En conversación con Radio Canadá Internacional, Azimir Burzic explica de una libélula pasa la mayor parte de su vida bajo el agua, hasta que emerge al exterior. Algo similar ha ocurrido con su vida artística, que ha tomado varios años de silencio antes de emerger en formas y colores tanto en la fotografía como en la pintura.

Su presencia en México surge gracias a la amistad con el pintor Katsumi Kurosaki, quien presentó una exposición de sus obras plásticas en la Universidad de México en Gatineau, pequeña ciudad situada frente a la capital canadiense, Ottawa.
Katsumi Kurosaki es originario de Nigata, Japón. Tras estudiar arquitectura siguió una formación en dibujo, acuarela, pintura al acrílico y al óleo en la escuela Setsu Modo en Tokio. Desde 1991 vive y trabaja en México.
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