Cazadores inuit del norte de Quebec están pidiendo que se prohíba la caza deportiva del caribú. La manada de caribúes del río George, que migra entre el norte de Quebec y Labrador, se ha reducido en un 80 por ciento en los últimos cuatro años, y todavía no hay un plan de gestión transfronteriza.
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En la actualidad hay alrededor de 14.200 animales que quedan en el rebaño, por debajo de los 700.000 a 800.000 en la década de 1980 – una disminución del 98 por ciento en más de dos décadas en lo que fue el mayor rebaño de caribúes en el mundo.
Thomas Shea recuerda el momento en que el caribú abundaba en el norte de Quebec.
La tierra tenía venas por todas partes, de senderos de caribú.

Como presidente de cazadores y tramperos en la asociación Kuujjuaq dice que las cosas han cambiado drásticamente.
Esos senderos ya no existen más.
La manada de caribúes del río George consistía en una amplia franja que se situaba entre el norte de Quebec y Labrador. Pero en los últimos años se redujo drásticamente. Y aunque no hay ninguna evidencia acerca del por qué todos los observadores dicen que la caza ha jugado un papel en el declive.
Recientemente la corte de apelación de Quebec dictaminó que se habían violado los derechos de los tratados de la provincia, cuando se autorizó la caza deportiva del caribú sin consultar a los grupos aborígenes.
Ahora esos grupos aborígenes recibirán compensaciones por los daños y perjuicios.

Esto tiene un gran impacto para nosotros.
Jobie Tukkiapik es presidente de Makivik, organismo que representa a los inuit del norte de Quebec.
La razón por la que fuimos contra el gobierno en este caso es porque nos preocupa la situación del caribú, la dieta pilar de los habitantes de Nunavik.
El pueblo de Kuujjuaq supo ser una vez sinónimo de caribú. La cabeza del animal aparece en el logo verde y amarillo de la ciudad. Había tanto caribú que parecía como que la montaña se movía.
Tunu Napartuk es el alcalde de Kuujjuaq. Él dice que la decisión del tribunal de apelaciones debe fortalecer a los grupos inuit que tratan de salvar la manada de George River.

Este es un paso en la dirección correcta. Tenemos que prepararnos con el fin de garantizar que esta manada siga mejorando.
Algunos investigadores tienen una opinión diferente.
Steeve Coté de la Universidad de Laval ha estado estudiando el caribú durante años.
Él dice que algunas comunidades aborígenes han renunciado a la caza de subsistencia. Y que eso es una buena cosa para la sobrevivencia del caribú.
Pero esto es impensable para los cazadores inuit de Kuujjuaq.
Thomas Shea dice que el mal estado de la manada se debe a los cazadores comerciales que matan a los grandes caribúes machos por los cuernos que luego utilizan como trofeos.
Los machos se fueron, los caribúes no se reproducen más. Da miedo y tenemos que enfrentarnos a esto.
Shea dice que poner fin a la caza deportiva es la única manera de salvar el caribú de George River.
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