En las redes sociales, un usuario puede encontrar en un par de minutos el vídeo de la ejecución del periodista estadounidense James Foley, de una rara violencia. Una facilidad de acceso que el Estado islámico quiere para maximizar su propaganda, y que plantea la cuestión de la responsabilidad de los medios y de las redes sociales.
El martes por la tarde, el video se extendió rápidamente a través de los tweets. El Estado Islámico utiliza extensamente Twitter jugando al gato y al ratón con esta red social que rastrea sus cuentas para cerrarlas.
El video de cinco minutos – autenticado por Washington el miércoles – ha sido retirado de la plataforma YouTube unos veinte minutos después de que se puso en línea. Por su parte, el director general de Twitter anunció que suspendía todas las cuentas que conducían a esas imágenes macabras. Sin embargo, el vídeo circula libremente desde la noche del martes.
Usuarios de Internet tratan de contrarrestar la propaganda
Esta difusión de imágenes particularmente violentas plantearon varias críticas y comentarios de los usuarios. Ellos sienten que esas imágenes están ayudando a reclutar más yihadistas. El hashtag #ISISMediaBlackout, que aboga por la censura mediática del Estado islámico, se volvió también rápidamente viral.
La hermana menor del periodista, Kelly Foley, imploró a los internautas en su cuenta de Twitter, a no mirar o compartir el video, y que se respete la privacidad de su familia.
Otros usuarios de Internet y parientes del periodista prefirieron poner imágenes sonrientes de James Foley antes de su secuestro. «Recordemos a Foley compartiendo esta foto, y no la captura de pantalla del vídeo de YouTube,» lanzó un internauta el martes en un mensaje retuiteado cientos de veces.
Los medios tradicionales ante el juego de los yihadistas
En cuanto a los medios de comunicación tradicionales, algunos optaron por difundir una versión censurada del video o imágenes capturadas de la pantalla, como CNN. Por su parte el New York Post, fue con una imagen muy cruda de la ejecución en la portada de su edición del miércoles. Una página de portada que va demasiado lejos para las Normas y prácticas periodísticas de Radio Canadá/CBC y que nosotros no podemos difundir.
El tema de difundir o no un contenido sensible regresa periódicamente a los medios de comunicación. En 2002, la cadena estadounidense CBS decidió difundir extractos de la decapitación del vídeo del reportero del Wall Street Journal Daniel Pearl, para gran pesar de su viuda. Mariane Pearl había acusado a la red de ayudar a los terroristas «a difundir un mensaje de odio y asesinato.»
Alain Saulnier, profesor de Periodismo en la Universidad de Montreal y ex Director General de la información de Radio Canadá, está de acuerdo. Para él, la difusión del vídeo de James Foley es jugar el juego de los yihadistas que sólo buscan intimidar, dijo en una entrevista con Radio Canadá.
«Desde el momento en que contribuimos a alimentar los objetivos de estos grupos, jugamos su juego». – Alain Saulnier
Hoy, les toca a los medios tradicionales de comunicación tradicionales imponer un límite o un código de conducta, cree él. «Hemos llegado a una etapa en el desarrollo de las redes sociales en las que uno no tiene ningún control. El problema es que la desinformación se propaga «, dijo.
Y el profesor añadió: «Llamo a la razón a los periodistas profesionales para que sean el baluarte del buen gusto y el respeto por la vida humana. »
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.