Una madre de origen mexicano, que vive en Montreal desde 2005, podría ser expulsada del país en menos de una semana sin sus dos hijas de 5 y 8 años.
La mujer, cuyo nombre no puede ser revelado para garantizar el anonimato de sus hijos, no ha logrado obtener el estatus de residente permanente, a raíz de que su pedido de patrocinio fracasó por haber denunciado la violencia que sufrió de parte del que fuera su pareja.
Este último fue encontrado culpable de haber golpeado al bebé de la familia en 2008, lo que lo llevó a tener antecedentes penales. Tener un registro penal impide apadrinar a una persona.
Una situación que juzga absurda la abogada de la mexicana, Angela Potvin. «Si ella no le hubiera dicho a las autoridades que había violencia contra sus hijos, hoy sería una residente permanente. »
La joven mujer de 27 años de edad teme por su seguridad si regresa a México. Ella dice que ha agotado todos sus ahorros en la batalla legal que libra contra Inmigración Canadá desde mayo.
«Si regreso a México, podría vivir en la calle. No tiene sentido, no puedo entender por qué Canadá hace esto a mi familia.” – La mujer que se enfrenta la deportación
Las dos hijas de la señora, que nacieron en Canadá, no podrán seguir a su madre si ella se va del país el 30 de agosto. El expediente de la tenencia no está resuelto y la mujer está en proceso de divorcio. La Dirección de Protección de la Juventud (DYP) o el padre se ocupará de las niñas.
En una conferencia de prensa este domingo para denunciar la situación, el cónyuge actual de la mujer preguntó: «¿Por qué es ella la que debe ser castigada? ¿Cuál es la lógica de que una mujer que trata de protegerse del abuso sea enviada a un país sin recursos, sin apoyo, sin los niños? »
La madre, que salió de México porque temía por su seguridad después de haber sido violada, hizo un nuevo pedido de patrocinio con su actual marido.
Su última esperanza reposa en una audiencia de la corte federal que se celebrará el martes.
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