Steven Sotloff, el periodista estadounidense de 31 años decapitado por los yihadistas del Estado Islámico, tenía también la nacionalidad israelí, reveló este miércoles el gobierno de Israel, después de haber mantenido esta información secreta para minimizar los riesgos para el prisionero.
“Steven Sotloff era ciudadano israelí. Que descanse en paz”, dice el tuiter de Paul Hirschson, portavoz del ministerio israelí de Relaciones Exteriores en Jerusalén.
El Estado Islámico (EI) difundió ayer martes un video mostrando la decapitación de Steven Sotloff, dos semanas después de la ejecución James Foley. Estos degollamientos de rehenes son presentados por el Estado Islámico como represalias a los ataques aéreos realizados desde el 8 de agosto por Estados Unidos contra sus posiciones en el norte de Irak.
La muerte del joven Steven Sotloff fue muy comentada por los medios israelíes, que revelaron haber ocultado durante dos semanas -desde que el EI amenazó con ejecutarlo- el hecho que el reportero independiente era judío y que escribía de vez en cuando para medios israelíes.
“Nosotros nos negamos a reconocer cualquier relación con él en caso de que hubiera podido ser peligroso” declaró Avi Hoffman, redactor en jefe de la revista Jerusalén Post, que ha publicado artículos de Steven Sotloff.
Según un antiguo compañero de cautividad del periodista, citado por el diario Yedioth Ahronoth, Steven Sotloff había guardado el secreto de su religión frente a los yihadistas, pretendiendo sentirse mal para explicar su ayudo durante la fiesta del Yom Kippur.
Según la prensa israelí, Steven Sotloff, nacido en Estados Unidos, había emigrado a Israel en 2005 y estudió en centro Herziliya, un establecimiento privado situado cerca de Tel Aviv.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.