Esta semana con el regreso a clases después de las vacaciones estivales, comenzó también la temporada de fútbol universitario, que es uno de los deportes más populares en Norteamérica. Y cuando hablo de fútbol, no estoy hablando del fútbol suramericano y Mundial, como el que vimos este verano en Brasil, estoy hablando del fútbol norteamericano y del que se deriva el rugby.
Este deporte, debido a su esencia misma, es particularmente peligroso para las conmociones cerebrales y es por esta razón que los cascos forman parte de la vestimenta de los jugadores.

Y bien, agarrando el toro por los cuernos y no por los cascos, la dirección del equipo Verde y Oro de la Universidad de Sherbrooke decidió esta temporada implantar por primera vez captores de choques al interior de los cascos de sus jugadores. Una primicia y una novedad dice el Dr. Nicolas Elazhary, profesor en la Facultad de medicina de la Universidad de Sherbrooke y médico en la emergencia del hospital universitario de Sherbrooke.
Para el Dr. Nicolas Elazhary este avance tecnológico debería ser utilizado no solo a nivel de fútbol universitario sino también a nivel del fútbol profesional y de todos los deportes que exigen la utilización de un casco, como el hockey, el fútbol, el béisbol, el esquí, etc.

La instalación a título experimental de estos captores en los cascos de los jugadores del equipo Verde y Oro de la Universidad de Sherbrooke permitirá analizar la cantidad y la fuerza de los impactos recibidos por los atletas durante un partido.
Esta primicia en el campo del deporte en el país ayudará al personal médico de seguir a los atletas en el día a día, a hacer los diagnósticos de conmoción cerebral cuando ese sea el caso y a instaurar medidas para aumentar su nivel de seguridad.
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