El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reorganizó este martes su gabinete ministerial buscando apuntalar su administración en momentos en que el país enfrenta una difícil situación económica.
Rafael Ramírez, uno de los hombres fuertes del chavismo, dejó la presidencia de la empresa petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), el Ministerio de Petróleo y Minería y la Vicepresidencia del Área Económica para asumir la dirección de la Cancillería de la nación sudamericana.
Rafael Ramírez, quien ocupaba la cartera desde hace 12 años, deja el cargo al nuevo ministro de Petróleo y Minería, Asdrúbal Chávez, un ingeniero químico de profesión.
«Tiene que iniciarse una nueva etapa de la revolución bolivariana», declaró Maduro en un mensaje por radio y televisión.
Dentro de la llamada «revolución dentro de la revolución», Maduro nombró a Eulogio Del Pino como presidente de PDVSA, cargo que ocupaba Ramírez desde el 2004.
Del Pino, un ingeniero geofísico, se desempeñaba como vicepresidente de Exploración y Producción de PDVSA.
Las operaciones de PDVSA, que aportan el 90 por ciento de los dólares que ingresan al país, son cruciales para que la administración del presidente Maduro pueda enfrentar la alta inflación y la desaceleración del crecimiento económico.
El ministro de Economía y Finanzas, Rodolfo Marco, quien fue ratificado en esa cartera también se hará cargo de la Vicepresidencia Económica
Elías Jaua, quien ocupaba la cartera de ministro de Relaciones Exteriores, pasará ahora a hacerse cargo del Ministerio de Comunas y Movimientos Sociales.
Maduro también ratificó a Jorge Arreaza en la Vicepresidencia del país y cambió a los ministros de Transporte y Comercio, entre otros.
Recientes encuestas de opinión indican que la crisis económica, que se refleja en un persistente desabastecimiento de productos básicos y una inflación superior al 60 por ciento, ha mellado la popularidad de Maduro.
Analistas y gremios privados creen que la economía venezolana habría entrado en recesión y sugieren la aplicación de medidas «impostergables» como la unificación de los tres tipos de cambio vigentes, la flexibilización de los precios de algunos productos controlados, la reducción del gasto público y un freno a la liquidez monetaria.
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