Alcatraces en el Cabo Santa María, en la provincia canadiense de Terranova y Labrador.
Photo Credit: CBC

Recalentamiento del planeta amenaza supervivencia de los alcatraces en Canadá

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El alcatraz del Atlántico, cuyo nombre científico es Morus bassanus, es un ave marina de la familia de los suliformes. Se posa en tierra y en los acantilados de la costa canadiense para anidar y cuidar a sus crías. Anida en colonias de hasta 35.000 parejas a ambos lados del Atlántico norte y efectúa migraciones estacionales.

Ya adultos, los alcatraces pueden llegar a pesar entre 3 y 4 kilos. Miden casi un metro de longitud y con las alas abiertas tienen una envergadura de casi dos metros.

En Canadá, cada verano, cientos de miles de alcatraces establecen sus nidos en los acantilados del famoso Cabo Santa María, en la Bahía de Placentia, una de las seis colonias conocidas y que se encuentran diseminadas entre las provincias de Quebec y Terranova y Labrador.

Actualmente los expertos en aves marinas se encuentran preocupados por el estado de la población de alcatraces del norte del país. Lo que ellos están viendo son polluelos muriendo de hambre mientras sus padres intentan desesperadamente encontrar alimento.

Los investigadores observaron que los alcatraces están abandonando a sus polluelos a un ritmo alarmante, dejándolos sin alimento y sin chances de sobrevivir.

Se estima que esta situación está relacionada con las aguas marinas inusualmente cálidas en el Atlántico Norte.

Bill Montevecchi, biólogo de aves marinas de la Memorial University, ha estado trabajando con sus colegas en la recopilación de datos en el terreno. Él calcula que aproximadamente la mitad de los polluelos a lo largo de una sección de Cabo Santa María han sido abandonados este año.

Los alcatraces son reconocidos por ser padres dedicados a la cría de sus retoños. Ellos mantienen una misma pareja a lo largo de su vida y empollan un solo huevo a fin de protegerlo mejor de los depredadores.

Polluelos de alcatraz abandonados también fueron observados en otra colonia. Los expertos están comparando la conducta de los alcatraces con la de las gaviotas, ya que están dejando de actuar como los cazadores naturales que son.

Los pescadores también cuentan que los alcatraces han estado alimentándose con los restos de pescado que son arrojados por la borda.

Bill Montevecchi sospecha que los alcatraces están muriendo de hambre debido a que su alimento habitual, el verdel, junto a otros peces que hacen parte de la dieta de estas aves, se han retirado a aguas más profundas, o más lejos hacia el mar, donde el agua está más fría.

David Phillips, climatólogo de alto rango en el Ministerio canadiense del Medioambiente parece coincidir con esa posibilidad. Él explica que los registros muestran que la mayor parte de las aguas marinas de la costa este de Canadá muestran una temperatura que ha aumentado tres grados por encima de lo habitual.

Una situación similar fue observada hace dos años, aunque en ese entonces fueron abandonados un menor número de polluelos.

Los investigadores como Montevecchi están preocupados por lo que significa la recurrencia de esta situación para el futuro de los alcatraces en las costas del Atlántico canadiense, y por las consecuencias globales del recalentamiento del planeta.

Categorías: Internet, ciencias y tecnologías, Medioambiente y vida animal, Política
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