Estados Unidos se encuentra a la cabeza de una coalición, de la cual formará parte Canadá, para luchar contra la emergencia del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
El anuncio lo hizo el Secretario de Estado estadounidense John Kerry en la Cumbre de la OTAN en Newport, Gales, donde el aumento del poderío del EI se encuentra entre las prioridades en materia de seguridad internacional.
Reunidos al margen de la cumbre, los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania, Canadá, Italia, Dinamarca, Turquía, Polonia y Australia, trabajaron en la elaboración de una estrategia para contrarrestar a las fuerzas yihadistas sunitas.
Fuentes dignas de credibilidad declararon a Radio Canadá que Ottawa se dispone a desplegar varias decenas de militares en Bagdad para aconsejar y ayudar a las autoridades locales a combatir el Estado Islámico.
Y aunque Estados Unidos sea el líder de esta coalición, está completamente excluido que la Casa Blanca envíe nuevamente su ejército para ocupar a Irak, afirmó John Kerry.
Desde hace varias semanas el Estado Islámico tomó el control de vastos territorios que se extienden del centro de Irak hasta el norte de Siria, incluyendo la frontera entre los dos países.
Los combatientes del Estado Islámico, que proclamaron un califato en esta zona, están acusados de masacrar a las minorías religiosas y de practicar una depuración étnica en ambos países.
La publicación por Internet por el EI de varias ejecuciones por decapitación, en particular las de los periodistas estadounidenses Steven Sotloff y James Foley, chocó a la opinión pública internacional.
El presidente Barack Obama prometió el miércoles pasado “desmantelar y destruir” las fuerzas del Estado Islámico al día siguiente de la publicación del vídeo del degollamiento de Steven Sotloff.
“Las amenazas de estos terroristas solo reforzarán nuestra determinación a defender nuestros valores y vencer al Estado Islámico”, declaró por su parte el primer ministro británico David Cameron, mientras que el EI amenazó con ejecutar a un ciudadano británico.
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