El nuevo gobierno de unidad palestina enfrentó su enésima crisis este domingo después que el presidente Mahmud Abbas hubiera amenazado al Hamas de terminar con su alianza, si el grupo militante islámico no le cede el poder en Gaza.
Esta disputa ocurre dos semanas después del fin de la guerra entre Israel y el Hamas en Gaza. El presidente de la Autoridad Palestina trata de afirmar el poder en el territorio costeño, que sufrió graves daños materiales durante los combates y se espera a jugar un papel más importante en los esfuerzos de reconstrucción apoyados por la comunidad internacional.
Sus comentarios, que contenían también vigorosas críticas sobre la conducta del Hamas durante la guerra, parecían inscribirse en una guerra de poder sobre el control de la Franja de Gaza después de la guerra.
El Hamas está en el poder en Gaza desde la expulsión de las fuerzas de Mahmud Abbas en 2007. Bajo el golpe del aislamiento internacional y sumergido en una grave crisis financiera, el grupo militantes aceptó la formación de un nuevo gobierno de unidad con el Fatah de Mahmud Abbas en junio, lo que significaría el regreso al poder del presidente palestino en el territorio. Pero el Hamas no ha cedido el poder, incluso después de la devastadora guerra con Israel, que dejó un saldo de 2100 muertos entre los palestinos y daños materiales evaluados en varios miles de millones de dólares.
En una declaración transmitida por la agencia de prensa oficial egipcia MENA, Mahmud Abbas declaró que “la unidad trae consigo sus condiciones” y que si el Hamas no aceptaba “una ley, un arma, una autoridad”, no habría asociación. Según el presidente de la Autoridad Palestina, el gobierno de unidad tiene las manos atadas sobre el terreno. Sus comentarios pusieron la mesa para lo que debería presentarse como unas negociaciones particularmente difíciles en los próximos días.
Ismail Radwan, líder del Hamas, criticó por su parte a Mahmud Abbas afirmando que sus declaraciones “contravienen a la esencia de la nueva asociación, además de sabotear la idea de la victoria de la resistencia”.
En virtud del acuerdo de unidad, Mahmud Abbas formó un gabinete de tecnócratas apolíticos. El Hamas, rechazado por la comunidad internacional como un grupo terroristas, no juega ningún papel oficial, pero ofreció su apoyo del exterior.
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