Imagínese que necesita comprar pan, leche, huevos y una bolsa de fideos. Va al supermercado y en la caja, al momento de pagar, le informan que también tiene que comprar una lata de atún, mantequilla de maní a la que usted es alérgico, kiwis, que a usted no le gustan y una botella de vinagre. Si no se lleva todo esto, no podrá comprar pan, leche, huevos y una bolsa de fideos. ¿Suena lógico? Claro que no. Pero es de esta manera que operan las compañías canadienses que ofrecen televisión por cable y satélite. Es decir que el consumidor se encuentra obligado a pagar por canales de televisión que no quiere ver.
En Canadá las compañías de televisión por cable ofrecen cientos de canales, muchos de ellos organizados en paquetes. Sin embargo, el usuario promedio ve solamente 17 canales.
Todo este panorama está por cambiar. A partir de esta semana la Comisión Canadiense de Radio y Televisión, CRTC, que es la institución federal que regula el sector de los servicios y contenidos de la radio y televisión en Canadá, decidió estudiar la pertinencia del modelo actual de distribución de las señales de televisión.
En esta ocasión la CRTC está considerando si los usuarios canadienses deberían más bien poder seleccionar los canales que quieran ver y pagar por ellos, en un modelo similar al de consultar un menú en un restaurant y escoger los platillos que uno quiere servirse.
Este interés en la forma en la que acceden los canadienses a los contenidos televisivos está alimentado en parte por la decisión de muchos canadienses de cancelar los servicios de televisión por cable y satélite y su creciente preferencia por los contenidos de televisión a través del Internet.
Este lunes empezaron en los edificios del gobierno federal en Gatineau las audiencias de la CRTC para discutir varias proposiciones de parte de esta institución reguladora canadiense.
Una de esas propuestas es obligar a las grandes compañías canadienses que ofrecen televisión por cable, como Bell, Rogers, Shaw o Videotron, que ofrezcan a los consumidores un pequeño paquete de base solamente con canales de televisión canadienses y locales, con contenidos educativos, así como canales comunitarios y legislativos.
Otra propuesta es que se ofrezcan a los canadienses la opción de escoger libremente los canales y pagar por ellos. De este modo los suscriptores podrían ver solamente los canales que ellos quieren realmente ver.
Otra posibilidad es que las compañías puedan seguir ofreciendo sus tradicionales paquetes de televisión.
Pierre Belanger, profesor en la Universidad de Ottawa y experto en políticas de telecomunicación, dice que estamos a las puertas del fin de una era y que las grandes compañías proveedoras de televisión por cable y satélite combatirán con todas sus fuerzas estas propuestas. Sin embargo, esas compañías están luchando contra lo inevitable.
Alisya Lau, del Centro de Defensa del Interés Público espera que los intereses de los consumidores sean defendidos adecuadamente.
Por su parte, las grandes compañías de televisión por cable y satélite, Bell, Rogers y Shaw, todavía no han puesto sus cartas sobre la mesa en el asunto.
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